La justicia de Ecuador confirmó el lunes, en última instancia, la condena a ocho años de cárcel contra el expresidente Rafael Correa (2007-2017) por corrupción, lo que significa su muerte política justo cuando aspira a participar en los comicios de febrero.
Un tribunal de la suprema Corte Nacional de Justicia (CNJ) «por voto de mayoría (…) rechaza los recursos de casación interpuestos por los recurrentes, y ratifica la sentencia por cohecho» dictada en abril contra Correa y una decena de excolaboradores, indicó la Fiscalía a través de su cuenta en Twitter.
El exmandatario, quien vive en Bélgica desde 2017 y fue juzgado en ausencia como permite la ley, dijo por la misma red social:
«Finalmente lo lograron. En tiempo récord sacan sentencia ‘definitiva’ para inhabilitarme como candidato».
«No entienden que lo único que hacen es aumentar el apoyo popular. Yo estaré bien. Denle toda la solidaridad a perseguidos allá. Recuerden: a lo único que nos condenan es a vencer», agregó.
La sentencia, confirmada en julio, fue ratificada en última instancia en una casación planteada por Correa, quien es candidato a la vicepresidencia por una coalición de izquierda.
Una vez que la condena se ejecute, tras un pedido de aclaración que todavía puede interponer su defensa y que puede demorar varios días pero no cambiar el fondo de la decisión, el exgobernante quedará inhabilitado de por vida para elecciones populares al ser sentenciado por cohecho, como establece la Constitución para ese y otros tipos de delitos.
Candidatura «vedada»
La CNJ estableció que Correa y varios de sus excolaboradores recibieron sobornos a cambio de contratos con diversas empresas, entre las que en su momento fue mencionada la brasileña Odebrecht, aunque la Fiscalía se abstuvo de investigar a la constructora.
El expresidente, de 57 años y quien sostiene su inocencia, fue vinculado al caso por 6,000 dólares que ingresaron a su cuenta bancaria y que alega que eran de un préstamo de un fondo de su partido.
Las penas por peculado, cohecho, concusión y enriquecimiento ilícito son imprescriptibles en Ecuador.
«La tiene bastante difícil» en el plano electoral, dijo a la AFP el constitucionalista Rafael Oyarte, apuntando que la de Correa «es una candidatura difícilmente» viable.
Añadió que cualquier candidatura también «le está vedada» a Correa por otras causas fijadas en la Carta Magna y en las que incurre por haber sido elegido mandatario en dos ocasiones.
El presidente Lenín Moreno, su exaliado y sucesor, promovió además reformas para prohibir la reelección por más de una vez, lo que para los detractores de Correa -quien había impulsado la reelección indefinida- incluso lo imposibilita a aspirar a otros cargos.
Postulación en suspenso
Sobre Correa, quien dice que afronta una treintena de juicios en Ecuador, pesa otra orden de prisión para ser procesado por el secuestro en Colombia de un opositor ecuatoriano en 2012, delito por el cual no puede ser juzgado en ausencia.
Se considera un perseguido político de Moreno, su exvicepresidente entre 2007 y 2013.
Ambos sostienen una dura pugna de poder que luego de la posesión de Moreno, hace tres años, llevó a Correa a separarse del movimiento socialista Alianza País, en el gobierno desde hace más de una década.
Siendo el principal opositor a Moreno y estando en Bélgica, de donde es su esposa, el exgobernante socialista fue presentado como candidato a la vicepresidencia para las elecciones de febrero.
La convocatoria a las elecciones generales de febrero está prevista para el 17 de septiembre y al siguiente día se abrirá la etapa de inscripción de candidaturas.
Si finalmente su candidatura es validada y la condena todavía no está ejecutoriada, Correa gozaría de inmunidad y podría, en teoría, regresar a su país para los comicios.
Pero el Consejo Nacional Electoral (CNE) dejó en suspenso su postulación a la vicepresidencia debido a que Correa no la aceptó hace una semana de manera presencial ante el organismo, como señala el reglamento, sino de forma telemática.
El vicepresidente del CNE, Enrique Pita, dijo entonces a la AFP que eso aún no excluye a Correa de los comicios porque todavía no hay impedimento para que su partido inscriba su candidatura, aunque después el ente deberá «revisar si se han cumplido con las solemnidades» para que pueda ser candidato.