Las autoridades brasileñas afirmaron este martes que el presidente del Comité Olímpico Brasileño (COB), Carlos Nuzman, fue el «punto central de conexión» de una trama de corrupción internacional que presuntamente compró votos para que Rio obtuviera los Juegos Olímpicos de 2016.
Como parte de de la investigación «Unfair play» (juego desleal), que arrancó hace nueve meses como una ramificación de la megaoperación ‘Lava Jato’, la Policía Federal brasileña allanó a primera hora de la mañana la casa del dirigente, de 75 años.
El presidente del COB desde 1995, organizador de las primeras Olimpíadas de Sudamérica, fue luego a prestar declaración en la sede policial, vestido de traje y corbata y con gafas de sol. No fue detenido, pero se le confiscó el pasaporte, dijeron los fiscales.
La requisa en su casa en el acomodado barrio de Leblon fue una de las once realizadas durante el día, diez de ellas en Brasil y una en Francia.
Unos setenta agentes revisaron la sede del COB y varias empresas en Rio. En París, la oficina anticorrupción francesa allanó el domicilio de un intermediario brasileño, informó una fuente de la fiscalía financiera de ese país, que investiga desde 2015 sospechas de corrupción en la elección olímpica de Rio-2016 y de Tokio-2020.
Las investigaciones brasileñas estiman que el exgobernador de Rio Sergio Cabral (2007-2014) -condenado a más de 14 años de prisión por corrupción pasiva y blanqueo de dinero- era el cerebro de ese esquema, que supuestamente pagó 2 millones de dólares en sobornos al senegalés Papa Massata Diack, hijo del antiguo presidente de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF), Lamine Diack.
El empresario Arthur Soares, conocido como «Rey Arturo», uno de los principales contratistas del gobierno de Cabral, habría sido el encargado de efectuar ese pago apenas tres días antes del voto del Comité Olímpico Internacional (COI) en Copenhague en octubre de 2009, cuando Rio se impuso a Chicago, Madrid y Tokio.
Las autoridades solicitaron a Interpol la orden de captura de Soares, residente en Miami.
Una antigua asociada del empresario, Eliane Pereira Cavalcante, fue detenida en el operativo.
«Todo este contexto y todos esos elementos reunidos nos llevaron a la conclusión de que Sergio Cabral y su organización criminal, integrada por Arthur Soares, efectivamente compraron el voto para que Rio de Janeiro fuera la sede de los Juegos Olímpicos», dijo en rueda de prensa la procuradora Fabiana Schneider.
Y Nuzman, jugador retirado de voleibol, fue un «elemento central de conexión entre los empresarios y los representantes del COI», señaló Schneider.
Según la Fiscalía, «Nuzman fue el agente responsable de unir las puntas, de hacer contratos y facilitar las relaciones para organizar el repase de sobornos de Cabral a los miembros africanos del COI, una tarea llevada a cabo por Arthur Soares».
El abogado de Nuzman, Sergio Mazzillo, aseguró que su cliente no cometió ningún ilícito.
«No hay fuertes indicios de nada. (Nuzman) afirma que no actuó de ninguna manera de forma irregular, que nada se hizo de forma incorrecta durante la campaña», dijo Mazzillo a periodistas en las afueras de la casa del jefe deportivo.
– «Corrupción olímpica» –
En Lausana, Suiza, un portavoz del COI parecía haber sido tomado por sorpresa por la noticia.
«El COI tuvo conocimiento de esas circunstancias por la prensa y está haciendo todos los esfuerzos por tener toda la información», dijo el vocero.
«Está en los más altos intereses del COI clarificar esta cuestión», añadió.
Los Juegos de Rio de Janeiro fueron asociados a un gran éxito deportivo y de organización, pero ese legado se ha visto empañado por la revelación de un gran esquema de corrupción durante los preparativos.
La construcción de una docena de estadios para el Mundial de 2014 y los Juegos Olímpicos de 2016 están bajo investigación judicial, salpicados por el megaescándalo de corrupción ‘Lava Jato’, sobre sobornos en Petrobras.
Cabral fue acusado de dirigir una red que imponía un 5% de sobornos en todas las obras públicas en Rio, incluida la renovación del mítico estadio de Maracaná.
Con Rio prácticamente en bancarrota, las autoridades «vendieron la idea de que los Juegos Olímpicos traerían un gran desarrollo para la ciudad y (…) lo que vemos en realidad es que los Juegos Olímpicos fueron usados como un gran trampolín para cometer actos de corrupción de dimensión olímpica», dijo la fiscal Schneider.
La elección de Rio como sede olímpica y la de Brasil como sede de la Copa del Mundo-2014 fueron medallas exhibidas por el expresidente izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2010), envuelto ahora en varias investigaciones por corrupción.