Jannik Könecke, quien con 2.24 metros de altura sea probablemente el alemán más alto, llegó al límite de su crecimiento, según dijo el joven de 20 años tras una visita a su ortopeda.
La especialista llegó a esta conclusión tras medir su carpo. Las radiografías arrojaron que las placas de crecimiento estaban cerradas. Por eso, según Könecke, el Instituto de Récords de Alemania está dispuesto a reconocerlo como «el alemán vivo más alto».
«Para eso necesitamos una medición corporal llevada adelante por un médico», explicó el gerente Olaf Kuchenbecker, quien trabajaba antes en la edición alemana del Libro Guinness de los Récords.
La madre de Jannik, Petra Könecke, dijo que tanto su médica de cabecera como la ortopeda midieron 2.24 metros.
Víctima de acoso
El joven, quien durante años apenas salió de su cuarto por el acoso que sufría en el colegio, aseguró que el récord le da igual. Hace cinco años ya medía 2.12 metros.
«No hice nada por ser tan alto, se dio así. No me siento especial por ello«, comentó. Sin embargo, está orgulloso de su licencia para conducir. Según contó, primero no quiso admitirlo ninguna escuela, pero finalmente una se mostró dispuesta y adaptó un vehículo especialmente para él.
Jannik no puede ni debe manejar un auto común. El ente de verificación alemán TÜV evaluó incluso antes de que diera la prueba si el vehículo de la escuela de manejo era adecuado.
El joven explicó que no entra en el auto de su madre, que lo cría sola, y tampoco tienen los medios para adaptar el carro a su estatura.
Como muchos otros jóvenes, Jannik también se siente algo perdido en tiempos de pandemia. «¿Qué se puede hacer más que reunirse cada tanto con un amigo? Paso nuevamente mucho tiempo en mi cuarto», contó.
El joven pudo terminar la escuela después de años de no querer asistir y ahora busca trabajo. Actualmente busca un trabajo de pocas horas, pero en el verano quiere estudiar ebanistería.