“Rodéame de hombres gruesos, de poca cabeza y que de noche duerman bien.
He allí a Casio, con su figura extenuada y hambrienta.
¡Piensa demasiado! ¡Semejantes hombres son peligrosos!”
Julio Cesar a Marco Antonio en Julius Caesar
(William Shakespeare, act. 1, scene 2, año 1599)
El principio de Peter fue generado por el Dr. Laurence J. Peter en 1969, profesor de ciencias de la educación en la Universidad del Sur de California, con su libro del mismo nombre. La tesis principal es que, en una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia. Este principio tiene dos variables:
- Con el tiempo todo puesto tiende a ser ocupado por un empleado que es incompetente para realizar sus obligaciones.
- El trabajo será siempre realizado por aquellos empleados que no han alcanzado todavía su nivel de incompetencia.
Si bien el principio se aplica básicamente en Administración, el doctor Peter nos demuestra que esto aplica a todos los sistemas jerárquicos y por lo tanto es clave para entender la estructura de toda civilización. Aquellos que no desean pertenecer a una o varias jerarquías, están obligados a participar de ellas ya sea en forma de asociaciones de vecinos, parlamentos locales, oficinas de correos, familias o la sociedad misma a la que pertenecen. Todos se encuentran regidos por el principio de Peter. De este modo muchas personas pueden conseguir uno o dos ascensos pasando de un nivel de competencia a otro nivel de competencia. Pero cada ascenso le acerca cada vez más a ese ascenso final que corresponde siempre a su nivel de incompetencia.
Algunos ejemplos básicos en las organizaciones jerarquizadas[1] simplificarán la comprensión del tema[2]. En las organizaciones con área de ventas, se identifica a un excelente vendedor y luego se le promociona a coordinador de grupo y posteriormente a supervisor de ventas. Puede que su nivel de incompetencia lo alcance en el segundo peldaño o en el tercero (supervisor), pero en algunas ocasiones, puede surgir un peldaño más: Gerente de Ventas y su nivel de incompetencia habrá sido alcanzado. Otro ejemplo que se da en algunos bancos es el de un empleado que inicia labores como conserje, luego de efectuar estudios nocturnos o de fin de semana, logra ser ascendido a Auxiliar de Agencia, luego a cajero, pero en el momento que aplica y gana el puesto de jefe de Agencia, llega a su nivel de incompetencia. Para ambos casos (de muchos que pueden sugerirse), el tema es que los perfiles cambian y la persona que se desempeña bien en un puesto con un perfil determinado, no necesariamente podrá desempeñarse exitosamente en otro puesto cuyo perfil es diferente.
El Principio de Peter también aplica a la política, bajo la forma de “promoción horizontal” o formas de movilidad social (en este caso: política). En esta área los ejemplos también abundan. El caso de Mario David García, un exitoso director del primer noticiero televisivo del país (Aquí el Mundo) con el mayor rating nacional del momento, creyó tener las competencias para hacer política e incluso ser candidato presidencial. Otro caso es el de Rodolfo Paiz Andrade (ya fallecido), quien de ser un exitoso empresario, perteneciente a una de las familias empresariales más emblemáticas (y oligopólicas), no tuvo la misma suerte como Secretario General del partido Unión Democrática y candidato presidencial.
También podemos referir el caso de Jorge Serrano Elías, exitoso pastor evangélico de la Iglesia Elim primero, y luego fundador, propietario y pastor líder de la Iglesia El Shaddai; la primera de orden pentecostal y la segunda neopentecostal (teoría de la prosperidad). De ser un candidato desconocido y con nulas posibilidades de triunfo, resultó siendo electo en una de las sorpresas más icónicas en el país, pero con resultados funestos para Guatemala. El también pastor José Efraìn Rìos Montt, constituye un caso especial, pues con tres perfiles diferentes (1974, 1982 y 2000), primero se convierte en líder nacional de una plataforma de izquierda (siendo católico), que termina siendo víctima de uno de los fraudes más escandalosos en la historia patria. Posteriormente encabeza un golpe de Estado (ya siendo pastor evangélico) e implanta una feroz dictadura. Después intenta ser inscrito bajo el régimen democrático en 1990 y fracasa. Finalmente, es el poder tras el trono en el mal recordado gobierno del FRG (2000-2004) con un Alfonso Portillo supeditado al mandato del general dictador. Desde cualquier perspectiva, el exitoso ex director de la Escuela Politécnica, con un liderazgo indiscutible en las filas castrenses, termina fracasando en la política con reglas democráticas.
Empresarios, periodistas, académicos, presbíteros, líderes sociales y comunitarios, militares, que pudieron tener algún liderazgo y éxito en sus áreas de competencia, terminaron mostrando su incompetencia para hacer política. En la actualidad, a pesar de la evidencia, la lista sigue siendo larga para que personas con éxito en sus áreas de competencia, terminen fracasando en posiciones que exigen un perfil y habilidades diferentes.
Finalmente, decidí escribir sobre el tema, porque a pesar de tantos ejemplos, en la actualidad se oyen muchas voces para convertir a un excelente juez en un posible mal Fiscal (caso del Juez Gálvez), o a una excelente Fiscal en una buena candidata a presidente pero cuyo desempeño en esa nueva función podría ser previsible a la luz de estos datos histórico-políticos. También está el caso de un excelente fiscal que nombrado como ministro (posición eminentemente política), ha tenido grandes problemas (Caso Francisco Rivas). Por allí anda también el hijo de un empresario que se hizo exitoso con la adquisición y reposicionamiento –en condiciones adversas– de una embotelladora de gaseosas; o bien el caso de dirigentes sociales que se hicieron visibles a la luz de La Plaza. Todos ellos ignorando –consciente o inconscientemente– el Principio de Peter. Total, en un NO país, en donde “hasta Jimmy llegó”, muchos guatemaltecos apuestan a cambiar la historia, muy a pesar de la evidencia empírica, la historia política de Guatemala y la perversidad del sistema.
José Alfredo Calderón Enríquez
Historiador y analista político
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[1] Para el caso concreto de Guatemala, casi todas las organizaciones son verticales jerarquizadas.
[2] Estos ejemplos son reales, pero se omiten los detalles pues para efectos de la explicación no son necesarios.