El primer ministro británico, Boris Johnson, prometió el martes que su gobierno convertirá al Reino Unido en el líder mundial de la energía renovable barata, especialmente la eólica, que, según el líder conservador, dará electricidad a todos los hogares británicos dentro de 10 años.
«El gobierno británico ha decidido convertirse en el líder mundial en la producción de energía renovable barata, más barata que el carbón y el gas«, afirmó en un discurso pronunciado en el último día de la convención anual del Partido Conservador que dirige desde hace más de un año.
«Creemos que en diez años, la energía eólica marina suministrará energía a todos los hogares de nuestro país», añadió.
Durante la campaña electoral de diciembre, para unas legislativas en que obtuvo una aplastante mayoría, Johnson prometió aumentar la generación de energía eólica en mar a 40 gigavatios (GW) para 2030, frente a los 10 actuales.
El líder conservador, que pierde popularidad en los sondeos, intentó galvanizar a sus filas con esta defensa de una «revolución industrial verde» que «creará cientos de miles, si no millones de empleos«.
«Lo que Arabia Saudita es al petróleo, el Reino Unido es al viento: un lugar donde los recursos son casi ilimitados, pero en el caso del viento sin emisiones de carbono, sin el daño medioambiental», argumentó.
Para lograrlo, anunció una inversión de 160 millones de libras (208 millones de dólares, 176 millones de euros) para la construcción de la «próxima generación de aerogeneradores» y de turbinas eólicas flotantes.
Los aerogeneradores flotantes son una tecnología de vanguardia que aún está en fase de desarrollo y debería permitir acceder a zonas marinas más ventosas.
Según Johnson, la inversión en energía eólica marina ayudará a crear 60,000 puestos de trabajo y a alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, un objetivo criticado como demasiado lejano por las asociaciones ecologistas.
El Reino Unido, el país más castigado de Europa por la pandemia, con más de 42.000 muertes confirmadas por covid-19, es también la nación europea que sufrió la mayor contracción económica como consecuencia del confinamiento, con una caída del 19.8% del PIB en el segundo trimestre.
Johnson no se ha mostrado siempre tan entusiasta respecto a la energía eólica. En 2013, cuando era alcalde de Londres, había dicho preferir el gas de esquisto, cuya extracción fue prohibida desde entonces en el Reino Unido.