A seis meses de llegar al cargo de presidente de la República, Jimmy Ernesto Morales Cabrera sigue al frente de un Gobierno que da pocos indicios sobre el rumbo que se ha tomado. En medio de un torbellino en el sector justicia —procesos judiciales por corrupción— y una administración indefinida, la incertidumbre afecta en el orden político, social y económico.
Manolo García
mgarcia@cronica.com.gt
Se ha mejorado un poco en seguridad, pero continúa el desastre en salud, y en educación no hay avances significativos. Han cambiado los actores, pero las declaraciones de parte de los gobernantes son las mismas que se escuchan cada cuatro años, al cumplir seis meses en el cargo: Hemos avanzado como nunca antes en materia de… la lista puede ser grande, pero irreal.
Los primeros meses de Jimmy Morales como presidente no han sido miel sobre hojuelas. Hay aciertos —ninguno significativo—, pero demasiados desaciertos, algunos de ellos como consecuencia de sus improvisadas declaraciones, que le han acarreado más de una crítica.
No le abonó a su favor ofrecerle al candidato estadounidense Donald Trump mano de obra barata de guatemaltecos para construir un muro en la frontera entre Estados Unidos con México, como tampoco han sido afortunadas otras de sus intervenciones —como marchar cómicamente el día del Ejército—. Las críticas se han multiplicado.
Pero lo que en realidad precoupa a la ciudadanía, y los analistas y expertos lo reconocen, es que poco se ha avanzado para mejorar en las áreas sociales más sensibles, al tiempo que la infraestructura de carreteras y aeropuertos se deteriora, a la par de una desaceleración de la economía.
Entre lo bueno, los observadores de su gobierno le rescatan haber derogado el acuerdo de los salarios diferenciados, decretado por su antecesor Alejandro Maldonado Aguirre; ordenar al Ejército que reparara más de 80 mil kilómetros de caminos rurales —sin los resultados esperados hasta ahora—, y sus constantes declaraciones a favor del MP y CICIG, así como de la lucha contra la corrupción.
Sobre este último tema; sin embargo, no hay ninguna política definida en materia de transparencia, más allá que sus propios discursos.
¿Lo cuestionable? Según analistas, eso abunda. Algunos dan peso al hecho de que no toma en serio su papel de presidente constitucional. En sus apariciones públicas comparte anécdotas, relata historias y cuenta chistes y cuentos. Algunos dicen que esto sería tolerable si al mismo tiempo se dieran resultados notables por su gestión.
Así, el anecdotario chapín registra sus historias de El presidente martillo, La tortuga y la liebre, La rana sorda o La luciérnaga y la serpiente, cuando en realidad debió hablar sobre la realidad adversa de su gobierno o de los problemas más urgentes que debe resolver.
Ha quedado claro, por lo menos hasta ahora, que el presidente llegó al cargo político más importante de la nación, sin un plan de gobierno concreto y que no ha marcado de manera contundente hacia dónde vamos como país. Aunque él no lo cree así. Recientemente Morales fijó su posición al respecto en un artículo titulado Pues sí hay presidentes, señores, colgado en la red social Facebook.
Últimamente he tenido la oportunidad de leer algunos artículos y comentarios sobre la debilidad de la figura presidencial ante las transformaciones que nuestro sistema político está afrontando desde mediados del año pasado, argumentó al inicio de la misiva.
Luego comenta: ¿En dónde estoy? Les comento que desde el 14 de enero no he parado de trabajar duro por recuperar una estructura estatal completamente destruida, inoperante y endeudada, con una crisis hospitalaria sin precedentes en nuestra historia.
Morales destaca, como uno de sus mayores logros en su periodo gubernativo, el acompañamiento que le ha dado al Ministerio Público y la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala, en la lucha contra la corrupción y la impunidad.
De esa cuenta, enfatiza que ha peleado para que se asigne más presupuesto al ente encargado de la persecución penal y recuerda que viajó a Estados Unidos para pedir a la Organización de Naciones Unidas (ONU) la prórroga del mandato para el jefe de la CICIG, Iván Velásquez.
Cierra su defensa argumentando: Sí hay Presidente, señores, y los cambios no se detendrán hasta que el reclamo de esta sociedad cansada de tanto abuso sea debidamente atendido.
Una historia anticipada
El analista político y sociólogo mexicano, Jorge Zepeda Patterson, escribió, en octubre del año pasado, que el éxito de un comediante descansa en el ingenio y en la sensibilidad para reaccionar al estado de ánimo del público. El problema con Morales —refiriéndose al presidente electo— es que gana las elecciones gracias a su popularidad más que a sus propuestas de gobierno, resaltó.
Zepeda Patterson, además escritor y maestro por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO), insistió entonces en que Morales hacía muchas referencias a Dios y casi a ninguna idea para resolver los problemas abismales que padece Guatemala. Así, la decisión de los ciudadanos constituye un salto al vacío, una apuesta de alto riesgo, subrayó.
Según él, en 2015 el país dio a América dos lecciones: A principios de septiembre la indignación de los guatemaltecos por la corrupción de sus autoridades obligó a Otto Pérez a renunciar a la presidencia y, en octubre, eligieron a Morales, un cómico de profesión vinculado al partido de generales golpistas señalados por sus violaciones a los derechos humanos.
Irónicamente, una de las banderas del entonces candidato fue la lucha contra la corrupción y su juego limpio basado en una nueva estrategia que dejaba fuera la vieja política.
Jimmy Morales, nacido en la ciudad de Guatemala el 18 de marzo de 1969, es un administrador de empresas y actor de televisión que se convirtió en político por casualidad, en representación del Frente de Convergencia Nacional (FCN-Nación).
Su falta de experiencia política y su falta de una estrategia definida para gobernar le pasan la factura.El analista Renzo Rosal opinó que uno de sus problemas mayores ha sido no contar con un plan de trabajo estructurado y la carencia de funcionarios idóneos.
Su pequeño e indefinido partido, FCN-Nación, ha sido más una debilidad que fortaleza. Pero él aceptó que esta fuerza intentara fortalecerse en el Congreso con la práctica corrupta del transfuguismo. De apenas 11 diputados electos en las urnas, el micropartido llegado al poder se convirtió en la principal fuerza del Congreso con 37 diputados, casi todos llegados de Líder y PP.
El resultado ha sido que varios de sus diputados están sometidos a procesos para que se les retire el antejuicio, por señalamientos de todo tipo, incluso por las famosas plazas fantasmas.
Ese va a ser el más grande lastre político que el presidente va a tener que cargar, porque el impacto en la ciudadanía es negativo, dijo en su oportunidad el ex vicepresidente Eduardo Stein.
La gran pacaya
El tiempo ha ido pasando muy rápido para Jimmy Morales. Del joven que vendía plátanos saltó a ser un cómico de su propia compañía, Moralejas, y de ahí, al mundo de la política, primero como candidato a alcalde de Mixco derrotado, y luego a presidente de la República.
Llegó al cargo sin provocar demasiadas expectativas, pero ahora suma críticas y frustraciones. Él, en cambio, se ve como un buen presidente, un funcionario que no deja de trabajar para mejorar las condiciones del país. Morales mantiene la constante invitación a la población de que participe en los caminos de solución para los problemas más urgentes del país.
Algunos le dan el beneficio de la duda. Hay que reconocer que a él no le tocó la guayaba, sino que se encontró con una terrible pacaya, dice Stein.
Morales parece estar perdiendo la batalla más importante, la de convertirse en el líder nacional, en medio de la vorágine de acontecimientos que producen zozobra en el país.
Opiniones no favorables
Hasta el momento los analistas no ven rumbos definidos de una política gubernamental que pinte una posible solución a los problemas económicos y sociales que afectan a los guatemaltecos.
Lo apuntado por Crónica, en el editorial de su edición número 148, de marzo pasado, parece estar vigente: La administración del presidente Morales y del partido FCN-Nación ha transmitido más incertidumbre que certezas.
Un breve análisis efectuado por Roxana Ávila, del Consejo Regional de Análisis Estratégico (CRAE), lo deja claro: Esta gestión ha tenido tropiezos atribuibles a la inexperiencia, tanto del presidente Morales como de su equipo de asesores. Ante todo ha sido la personalidad juguetona del Presidente la que le ha ganado más críticas.
Según ella, a Morales le ha tomado más tiempo del necesario ubicarse en su papel de mandatario. Y resalta: Ha mostrado poca seriedad y falta de discurso político, acudiendo constantemente al trillado recurso de recitar frases del himno nacional, con lo cual pretende demostrar su nacionalismo, pero denota la escasez de conocimientos más amplios y profundos.
El problema es que su liderazgo está en entredicho, porque la población se ha dado cuenta, en poco tiempo, de que no tiene lineamientos claros sobre hacia dónde dirige al país.
El problema es que su gestión ya ha sido tomada por grupos que siempre están en busca de oportunidades para colarse en la jugada del poder. Como muestra se marca su resignación y disposición para soportar la intromisión de la diplomacia internacional en los asuntos internos, reclama la experta.
Rosal insiste: Honestamente no veo mayor cosa. Me quedo con las designaciones de Juan Francisco Solórzano Foppa, como jefe de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), y de Anabella Morfín en la Procuraduría General de la Nación (PGN), aparte de algunos nombramientos interesantes en el gabinete, como Gobernación, Finanzas, Economía, Medio Ambiente.
En esto parece estar de acuerdo el analista independiente Luis Enrique Monterroso, aunque aclara que, en realidad, seis meses es un periodo muy corto para analizar los aciertos o desaciertos de una administración gubernamental.
Hay que reconocer que mantener en su cargo al canciller Carlos Raúl Morales, le ha dado equilibrio a la política internacional, agrega, y no deja de señalar que la percepción generalizada es que la mayoría de esos nombramientos tienen la venia del embajador de los Estados Unidos.
Asimismo, Rosal no se olvida de mencionar que el presidente, cual cabo Morales, ha tomado partido por una defensa a ultranza del Ejército, esto contraviene el mandato de responder a la unidad de la nación. Además, desde un inicio quedó atrapado alrededor de un grupo cuestionable de asesores.
Mario Polanco, del Grupo de Apoyo Mutuo (GAM), señala que Morales continúa actuando, y no se ha dado cuenta de que es el presidente de la República. Ofreció una forma nueva de hacer política y resulta que incurre en las mismas prácticas: su partido se ha convertido en el reducto del transfuguismo, similar al de los partidos Lider o Patriota, reclama.
Por otro lado, también critica que el mandatario ha demostrado que no tiene la intención de ser el presidente de todos los guatemaltecos, sino que solamente del sector más duro de los militares jubilados y de quienes promueven el odio.
Temas emblemáticos
La administración del Presidente ha estado plagada por distintos temas que le han causado desavenencias con diversos grupos políticos, sociales y empresariales.
La pena de muerte, el contrato de la Portuaria Quetzal con Terminal de Contenedores Quetzal (TCQ), los patrullajes del ejército, su recuperación de Belice, o las reformas a la Ley Electoral y de Partidos Políticos, lo han puesto en jaque.
Por ejemplo, la reunión privada de Morales con personeros de la empresa Maersk, dueña de TCQ, dejó una serie de dudas, desconfianza y preocupaciones, aunque su justificación fue que quería escuchar la posición y las buenas intenciones, para encontrarle una solución legal y transparente al asunto.
Adicional a eso, Monterroso recuerda que entre los desaciertos se puede mencionar la regresividad de la lucha contra la desnutrición, que era un tema que formaba parte de su discurso. Se redujo la implementación de acciones a cuatro departamentos y la coordinación interinstitucional a seis ministerios y dos secretarías, explica.
En seis meses bajó dramáticamente el presupuesto de la Secretaría de Seguridad Alimentaria y Nutricional de la Presidencia de la República (SESAN) y fue despedido más del 60 por ciento del personal.
A juicio de Monterroso, en el Ministerio de Salud también se puede evidenciar una situación lamentable que podría agravarse.
La crisis rebasa por mucho al ministro y debe ser asumida por el Presidente, quien, a juicio de los analistas consultados, debería involucrar de lleno al Ministerio de Finanzas y ajustar a otros ministerios para liberar espacio presupuestario que se adecue a hospitales y áreas de salud.
Rosal agrega: Él piensa que con donaciones, discursos sin sentido y bromas se puede gobernar. Como ejemplo está la crisis de salud y la incapacidad del ministro de Salud.
Morales, según Rosal, ha legitimado ser un jugador de tercera categoría, encargado de una agenda simbólica, marginal, donde su margen de maniobra es escaso y solo sirve para hacer actividades publicas con tintes cosméticos.
Pero eso no es todo. También se le critica que, contrario al espíritu de los Acuerdos de Paz sobre el papel del Ejército en una sociedad democrática, lo ha potenciado en lugar de fortalecer a la Policía Nacional Civil (PNC), en beneficio de la seguridad ciudadana que tanto añora la población.
Más recientemente, su incongruencia e incapacidad de dialogar por el tema de las reformas a la Ley Electoral no rindió frutos, sino burlas de la sociedad y de políticos en el Congreso, al grado que el presidente de ese organismo, Mario Taracena, le dijera que calladito, se ve mejor. Al final sancionó las reformas, más que por convicción personal, por presión social.
Su mérito mayor: Perdió a su bancada oficial en el Congreso. Cada cual de sus integrantes tomó rumbos distintos. El FCN-Nación es más un estorbo que una ayuda, sentencia Renzo Rosal.
Como corolario, su pecado mayúsculo es no tener rumbo, lo cual implica contar con un plan de gobierno e impulsar procesos de fortalecimiento social, y eso es un mensaje que desalienta y genera confusiones entre los guatemaltecos.
REPROBADO EN LAS REDES
EL PRESIDENTE JIMMY MORALES GANÓ LAS ELECCIONES PRESIDENCIALES —SEGUNDA VUELTA—, CON 67.44 POR CIENTO DE LOS VOTOS. POCO MÁS DE 2.7 MILLONES DE GUATEMALTECOS LO VIERON COMO LA MEJOR OPCIÓN EN LA CONTIENDA ELECTORAL. EL PAÍS YA ATRAVESABA POR UNA CRISIS POLÍTICA SIN PRECEDENTES. HOY, SU POPULARIDAD CAE. NO HAY ENCUESTAS PUBLICADAS, PERO LAS REDES SOCIALES HABLAN.
- CRÍTICA: No es pretexto la manera en que dejó el gobierno el PP. Si Jimmy ya sabía a lo que se metía. Pero como no tenía ni un plan de gobierno, mucho menos un gabinete conformado, ¡total fracaso! Sergio Colindres
- DEFENSA: Lo evalúo como mil veces mejor que lo que nos hubiera tocado con Sandra o Maldizón. Así es que si estamos mal, podríamos estar mucho peor. Marco Tobar
Opiniones en contra —muchas de ellasson viscerales—, neutrales y favor, se pueden encontrar en las redes sociales cuando se pide califi car —BUENA, REGULAR O MALA— la gestión del presidente Jimmy Morales, pero la tendencia es desfavorable. En términos generales, se desaprueban sus primeros seis meses al frente del Gobierno.
Crónica pidió a sus seguidores en redes sociales que hicieran este ejercicio. La respuesta fue interesante, porque 566 personas externaron su punto de vista, pero no le fue nada bien al mandatario: Un total de 423 personas se pronunciaron por la calificación de mala, pésima, o catastrófica la labor del Gobierno y el mandatario.
Eso representa el 74.74 % de respuestas negativas para él. Es importante hacer la salvedad de que no se puede considerar como una encuesta, porque no tiene proporciones socioeconómicas, de edad y sexo, ni es una muestra aleatoria. El común denominador es que se trata de personas que tienen acceso a internet, participan en las redes sociales y, supuestamente, están mejor informadas por el acceso a medios.
Las respuestas positivas para la administración del presidente Morales, llegaron de 64 personas (el 11.53 %), mientras que la calificación de regular, llegó de 58 participantes (10.25), que en términos generales fueron los menos expresivos o apasionados en sus comentarios.
Las restantes 21 personas (3.71 %), se mostraron indefinidos en comentarios o no quisieron calificar. Incluso algunos cuestionaban la petición que se realizaba.
Mal visto
Este sondeo de redes sociales se realizó a partir de la siguiente interrogante, esta se hizo a los seguidores de la revista, o del director de la misma, en Facebook.
—La próxima semana se cumplen seis meses de Jimmy Morales en la Presidencia. Nos gustaría conocer la evaluación que hacen de su gestión. Antes del comentario, por favor, poner: BUENA, MALA, O REGULAR en mayúsculas, y luego lo que cada quien quiera opinar. Gracias por su valiosa colaboración. Opinar es formar democracia
La respuesta fue bastante inmediata. En términos generales, la nota dominante fue la califi cación de mala, aunque gran parte de ese 74.74 % que lo critica fue severo en sus comentarios o en la propia calificación, pues iban más allá para llegar a califi cativos como pésimo, vergonzoso u otros.
Ara Blanco lo desaprobó y agregó que el puesto le quedó grande, mientras que Bernabé Escalante escribió que da la impresión de que estuviera en gira para una obra de teatro de mal gusto. Es momento de que refl exione y haga las cosas como debe ser. No faltaron, como suele suceder en las redes sociales, insultos y otro tipo de señalamientos.
Gran parte de los comentarios se enfocaron en destacar que no hay rumbo, no se tiene programa de Gobierno, y que hay un desconocimiento de la realidad nacional.
Por supuesto, también hubo muchas críticas a los sistemas de salud y educación, en donde no se percibe que haya mejoras en estos seis meses de gestión.Su pasado como artista de comedias también es blanco de las redes sociales, lo mismo que su entorno rodeado de asesores militares. No gusta, en términos generales, que se siga incrementando el presupuesto al Ejército. El tema de seguridad,que es sin duda uno en donde sí se han dado resultados, no alcanza a percibirse entre sus críticos, que señalan que todo sigue igual, especialmente con las
En defensa
Quienes le defienden expresan su malestar por los comentarios negativos, aduciendo, entre otras cosas, que seis meses son poco tiempo para calificar una administración de Gobierno. Aníbal Ajxup sigue la línea que utilizó el mandatario para defenderse en Twitter de sus críticos: Como estaba el país, ha luchado y se ha esforzado por hacer las cosas lo más correcto posible, no se le puede pedir más.
Quienes optaron por regular, como respuesta, en realidad se mostraron bastante benévolos con el mandatario, para el que piden más tiempo y comprensión por la situación en que encontró al país.
Esta es la primera vez, desde la época del presidente Alvaro Arzú, en que ningún medio de prensa realiza una encuesta sobre la popularidad del mandatario.
En términos generales, los primeros seis meses muestran que los gobernantes caen poco, el mayor impacto que siente al año de gestión, y a partir del segundo y tercero, la tendencia de todos los presidentes en esas encuestas era baja.
Las encuestas a nivel Latinoamericano han demostrado que casi nunca un presidente salecon igual o mejor nivel de popularidad. Un fenómeno casi único ha sido José Mujica (Uruguay), quien entró con popularidad cercana al 70 por ciento y terminó bastante por arriba de eso.
A nivel de analistas y expertos en campos como política, economía o temas sociales, se puede apreciar que Morales tampoco goza de comentarios positivos.
