La tenista estadounidense Jennifer Brady doblegó este martes a la kazaja Yulia Putintseva en dos rápidos sets y avanzó a las semifinales del Abierto de Estados Unidos, las primeras de su carrera en un Grand Slam.
Brady, número 41 de WTA, superó a Putintseva, número 35, por 6-3 y 6-2 en una hora y ocho minutos de juego en la pista Arthur Ashe, la principal del complejo tenístico de Flushing Meadows.
La estadounidense, que disputaba sus primeros cuartos de final de un ‘Major’, jugará ahora contra la vencedora del cruce del martes entre la japonesa Naomi Osaka y la estadounidense Shelby Rogers.
A sus 25 años, Brady vive el mejor momento de su carrera desde la reanudación del circuito tras el parón por el coronavirus, y lo ratificó este martes con una exhibición ante Putintseva, una rival que le batió dos veces en 2018.
«Creo que la diferencia es que hoy estuve más agresiva«, dijo Brady sobre las dos derrotas anteriores con Putintseva.
Brady arrancó el juego como un vendaval ganando los cuatro primeros juegos y rompiendo dos veces el servicio a la kazaja para llevarse la primera manga 6-3.
Luchando para resistir el servicio de Brady (6 ‘aces’ por 1 de su rival) y su juego de volea, Putintseva vio resignada cómo Brady se ponía 2-0 con ventaja en el segundo set.
«Llegué con nervios al principio, eran mis primeros cuartos de final. Pero estuve contenta con la manera en que empecé y fui capaz de mantener el momento», se felicitó la estadounidense.
Putintseva consiguió igualar la segunda manga 2-2 pero Brady se negó a ceder su primer set en este US Open y se llevó los siguientes cuatro juegos seguidos y la clasificación.
Un 2020 de ensueño
La mejor actuación anterior de Brady en el US Open fueron los octavos de final en 2017, temporada en la que alcanzó la misma ronda en el Abierto de Australia.
Pero desde el reinicio del circuito, Brady ha dado un salto de calidad en su juego y sus resultados, con un balance por ahora de 10 victorias y 1 derrota.
En agosto conquistó el torneo de Lexington, el primero en categoría individual de su palmarés en la WTA, sin ceder un solo set.
Posteriormente fue eliminada por su compatriota Jessica Pegula en la primera ronda del torneo Premier de Cincinnati, pero en este US Open ha tomado ritmo de crucero y se ha plantado entre las cuatro mejores sin haber perdido un set ante sus cinco primeras rivales, una de ellas la alemana Angelique Kerber, exnúmero uno mundial.
En Flushing Meadows, sin poder recibir el apoyo de la afición local por la pandemia, Brady solo ha cedido 24 juegos, la menor cifra de las tenistas que quedan en el cuadro.
Instalada en semifinales, Brady aguarda a conocer su rival del partido del martes entre Naomi Osaka, ganadora en Nueva York en 2018, y Shelby Rogers.
Brady reconoció que le ilusionaría un enfrentamiento con su compatriota Rogers en el Grand Slam de Nueva York, donde también sigue viva en el otro lado del cuadro la estrella estadounidense Serena Williams.
«Sería genial si las dos podemos jugar las semifinales aquí«, admitió Brady. «Sería un partido muy difícil para ambas, pero muy bueno«.