La justicia japonesa emitió el jueves órdenes de arresto contra el exmagnate del automóvil Carlos Ghosn y otros tres presuntos cómplices que le habrían ayudado a huir del país en diciembre, donde estaba en libertad condicional.
Además de Ghosn, la justicia ordenó el arresto de Michael Taylor, de 59 años, un exmiembro de las fuerzas especiales estadounidenses que pasó al sector privado, y de Peter Taylor, de 26 años, hijo de Michael Taylor, según los medios japoneses.
También se emitió una orden de detención contra George Zayek, un libanés de 60 años sospechoso de haber ayudado a Ghosn a fugarse hacia el Líbano.
El que fuera director de la alianza Renault-Nissan-Mitsubishi Motors abandonó Japón probablemente el 29 de diciembre escondido en un baúl de material audio.
Fue así como habría evitado los controles en el aeropuerto internacional de Kansai, cerca de Osaka (oeste) porque en Japón no es obligatorio inspeccionar el equipaje de los jets privados con rayos X.
Ghosn rechazó por el momento confirmar o desmentir los detalles de su evasión.
Su huida al Líbano puso en apuros a las autoridades japonesas, que reclaman que vuelva al país para ser juzgado por presunta malversación financiera.
A principios de enero, Interpol emitió una orden de arresto destinada a las autoridades de Líbano, un país que sin embargo no tiene acuerdos de extradición con Japón.
El 10 de enero la justicia de Líbano prohibió a Ghosn abandonar el país.