Sao Paulo, Brasil
El presidente Jair Bolsonaro acompañó este jueves la mayor concentración de evangélicos de Brasil, la Marcha para Jesús en Sao Paulo, donde agradeció el apoyo de esta comunidad para «cambiar» el país y prometió que su gobierno de ultraderecha resolverá los «problemas» morales y económicos de la población.
«Ustedes fueron decisivos para cambiar el destino de esta patria maravillosa llamada Brasil», dijo Bolsonaro ante cientos de miles de evangélicos, convirtiéndose en el primer mandatario en funciones en asistir a la edición 27 de la marcha, que recorrió unos 3,5 km del centro al norte de Sao Paulo.
En Brasil, el país con el mayor número de católicos del mundo, los evangélicos representan casi un tercio de los 207 millones de habitantes y representaron un electorado clave para llevar a Bolsonaro al poder en las elecciones de 2018.
«Es muy bueno estar entre amigos, mejor todavía cuando esos amigos tienen a Dios en su corazón, porque así ahora somos hermanos», afirmó Bolsonaro desde una tarima, adonde asomó y fue recibido con aclamaciones de «mito» de la multitud.
El mandatario, cuyo gobierno tiene un impronta ultraconservadora, también defendió a Dios y a la «familia respetada y tradicional por encima de todo» durante un breve discurso en el acto, en el que participaron más de una veintena de cantantes gospel.
«Todos saben que nuestro país tiene problemas de ética, moral y económicos. Pero sabemos que podemos ser el punto de inflexión».
La bancada evangélica en el Congreso también tiene un peso considerable para impulsar los proyectos del gobierno ultraderechista, como la reforma a las jubilaciones, que ha tenido más de un obstáculo para avanzar en su tramitación.
Para el mandatario su futuro político está atado en parte al futuro de esa reforma, que contempla un ahorro de casi 1,2 billones de reales en 10 años (más de 300.000 millones de dólares).
«Si llegamos a tener una buena reforma política [en el Congreso] podría hasta, en ese escenario, eliminar la posibilidad de una relección [en 2022]. Puedo hacer eso. Ahora si no tenemos una buena reforma y el pueblo quiere, estaremos ahí para aportar cuatro años más», dijo a periodistas tras participar en la marcha.