Italia registró por primera vez menos de mil enfermos en cuidados intensivos desde que se decretó hace dos meses el confinamiento de la población por la epidemia de coronavirus, según los datos divulgados este lunes por la Protección Civil.
El número de muertos en las últimas 24 horas fue de 179, un poco más alto del registrado la víspera, 165, aunque sigue manteniéndose por debajo del umbral de 200, un dato alentador, según la misma fuente.
Con 999 pacientes en cuidados intensivos, Italia recibe una buena noticia, después de haber registrado un pico el 3 de abril con 4.068 enfermos en esos pabellones, con el riesgo de colapsar el servicio sanitario.
Italia, que totaliza 30.739 muertes y 219.814 contagis, empezó el 4 de mayo a poner fin gradualmente al confinamiento y autorizó para el 18 la reapertura de museos y algunas tiendas.
Las autoridades siguen pidiendo a los italianos cautela, ante el temor de una segunda ola.
Los italianos empezaron a salir a caminar e inclusive a andar en bicicleta, correr y hasta visitar a familiares y amigos cercanos, pero deben respetar las medidas de distanciamiento social y llevar mascarillas.
«Hay mucha gente afuera, pero desafortunadamente sin mascarilla y no respeta la distancia social», lamentó este lunes en el canal público Rai3 Roberto Cauda, jefe del departamento de enfermedades infecciosas del hospital Gemelli de Roma.
En una entrevista al diario Il Corriere della Sera, el jefe de gobierno Giuseppe Conte adelantó que está estudiando la posibilidad de anticipar la reapertura de bares, restaurantes y peluquerías en algunos territorios a partir del 18 de mayo.
«Estamos supervisando los datos y con los expertos estamos definiendo reglas claras sobre la seguridad para trabajadores y clientes», aseguró.
Conte, que ha sufrido todo tipo de presiones para que levante las prohibiciones, ha reiterado que no se puede ser «imprudente» en este momento.
«Este verano, cuando lleguen los meses de julio y agosto, no nos quedaremos en nuestros balcones. La bella Italia no va a estar en cuarentena. Vamos a poder ir al mar, a las montañas, a disfrutar de nuestras ciudades», prometió Conte.
«Serán vacaciones diferentes, marcadas por una regla: la precaución», dijo tras explicar que lo importante es tomar decisiones en base a «monitoreos puntuales, porque de lo contrario pagaremos costes enormes», advirtió.