La reina Isabel II agradeció este miércoles el «apoyo» y la «amabilidad» que ha recibido desde Reino Unido, la Commonwealth y todo el mundo en los días posteriores a la muerte de su marido, Felipe, que falleció el 9 de abril.
La monarca detalló que la familia real británica se encuentra en una época de «gran tristeza», pero traslado que ha sido un «consuelo» para todos ser testigos de los tributos presentados al duque de Edimburgo.
Por ello, a través de un comunicado, agradeció estas muestras de apoyo. «Nos ha conmovido profundamente y continuamos recordando que Felipe ejerció un impacto extraordinario en incontables personas a lo largo de su vida«. Además, y con motivo de su 95º cumpleaños, indicó que ha recibido «muchos mensajes» con «buenos deseos», que «aprecia mucho».
Sola
Este es sin duda uno de los aniversarios más complicados para Isabel II que el pasado sábado 17 de abril despidió al hombre con el que compartió más de 70 años de su vida.
En este gesto, que la prensa catalogó de «entrañable», depositó sobre el féretro una carta escrita de su puño y letra en la que ponía “En memoria del amor”.
Firmaba estas letras con el nombre de Lilibeth, que utilizan solo algunas de las personas que se dirigen a ella con más confianza (los reyes Felipe y Letizia utilizaron también este nombre en el mensaje de pésame que enviaron tras la muerte del Duque).
La reina tuvo que sentarse sola en la capilla de San Jorge debido a las restricciones a las que obliga el coronavirus, por lo que no pudo recibir el calor de su familia que, como ella misma ha reconocido, atraviesa una etapa complicada. También habría confesado a sus allegados que siente «un enorme vacío» al perder a su marido.