La Agencia Internacional de la Energía Atómica (AIEA) informó que Irán ha ampliado el enriquecimiento de uranio hasta casi el nivel para producir armamento atómico.
En un informe, el organismo ha indicado que la República Islámica ha comenzado a enriquecer uranio hasta una pureza del 60 por ciento en una segunda unidad de producción que entró en funcionamiento en su instalación nuclear de Natanz, objetivo de un supuesto sabotaje, en un paso que le desvincula aún más de los compromisos recogido en el acuerdo nuclear de 2015.
En abril, el viceministro de Exteriores iraní, Abbas Araghchi, anunció el inminente inicio del enriquecimiento de uranio al 60 por ciento en Viena, donde asistía precisamente a una serie de reuniones destinadas teóricamente a intentar salvar el acuerdo, del que Estados Unidos se desvinculó en el año 2018.
Después de varios encuentros en la capital de Austria, no ha habido avances en las negociaciones y actualmente se encuentran en suspenso, si bien se espera que se reanuden en septiembre con el nuevo equipo negociador del presidente de Irán, el ultraconservador Ebrahim Raisi.
Máximos
El pacto de 2015 establecía que el nivel de pureza al que Irán podía enriquecer uranio sería como máximo el 3,67 por ciento, un porcentaje apto para la producción de energía para usos civiles y lejos del 90 por ciento necesario para fabricar armamento atómico.
Hasta ahora Irán, que siempre ha defendido el carácter pacífico de su industria, ha producido material enriquecido a una pureza del 20 por ciento, pero el nuevo paso le permite escalar rápidamente si así lo considerase. Teherán nunca ha reconocido que quiera fabricar armas nucleares.
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