El Consejo de Seguridad de la ONU está evaluando un proyecto de resolución que busca rechazar la decisión del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
El texto, obtenido el sábado por la AFP, pide principalmente que cualquier decisión unilateral sobre el estatuto de Jerusalén no tenga efecto y sea revocada.
Propuesto por Egipto, el proyecto podría ser votado tan pronto como el lunes, según diplomáticos.
Rompiendo el consenso internacional, Trump anunció este mes que reconocerá a Jerusalén como la capital israelí y moverá la embajada de su país de Tel Aviv a esa ciudad, desatando protestas y fuertes condenas.
El proyecto de resolución asegura que el asunto de Jerusalén «debe ser resuelto a través de negociaciones» y expresa «un gran lamento por recientes decisiones concernientes al estatuto» de la ciudad, sin mencionar específicamente lo hecho por Trump.
Afirma también que «cualquier decisión y acción que busque alterar el carácter, estatuto o composición demográfica» de Jerusalén «no tiene efecto legal, son nulos e inválidos y deben ser revocados».
Diplomáticos dicen que esperan que Estados Unidos use su poder de veto para bloquear la medida, pero estiman que la mayoría del resto de los otros 14 miembros del consejo -si no todos- apoyarán el proyecto de resolución.
El embajador de Israel en la ONU, Danny Danon, expresó su vigorosa condena al proyecto de resolución, que revela según él una tentativa de los palestinos de «reinventar la historia».
«Ninguna votación o debate cambiará la evidente realidad de que Jerusalén ha sido y será siempre la capital de Israel», señaló el diplomático en un comunicado.
Israel tomó el control de la parte oriental de la ciudad durante la guerra de los Seis Días en 1967 y ve a toda Jerusalén como su capital. Los palestinos quieren el este como la capital de un futuro estado.
El proyecto de resolución insta a todos los países a abstenerse de abrir embajadas en Jerusalén, lo que refleja la preocupación de que otros gobiernos puedan seguir el ejemplo de Estados Unidos.
También exige que todos los Estados miembro no reconozcan ninguna acción que sea contraria a las resoluciones de la ONU sobre el estatus de la ciudad.
Varias resoluciones de la ONU piden a Israel que se retire del territorio apropiado durante la guerra de 1967 y han reafirmado la necesidad de poner fin a la ocupación de esa tierra.
Los palestinos querían un proyecto de resolución que pidiera directamente al gobierno de Trump que abandone su decisión. Pero algunos aliados de Estados Unidos en el Consejo, como Reino Unido, Francia, Egipto, Japón y Ucrania, se mostraron reacios a ser demasiado implacables, dijeron diplomáticos.