El profesor investigador de debates electorales Alan Schröeder asegura que los cuatro años de Donald Trump como presidente de Estados Unidos no han sido «una presidencia» sino «un programa de televisión».
«Lo que hemos vivido desde hace cuatro años con Donald Trump no ha sido una presidencia, sino un programa de televisión», declaró Schröeder en el Foro Next, un simposio internacional donde se ha analizado la influencia de las redes sociales y los debates electorales en la campaña presidencial de los Estados Unidos 2020.
El experto mundial en medios sociales y diputado del PSOE en el Congreso José Antonio Rodríguez Salas remarcó la importancia de las plataformas digitales como receptoras de propaganda electoral.
«La clave de una campaña electoral en redes sociales es estar en contacto con la realidad», subrayó, añadiendo que «tiene que haber interacción, ida y vuelta, para que se produzca el efecto del compromiso».
El peso de las redes sociales
Un ejemplo es la red social china Tik Tok, clave para la movilización joven demócrata. «Trump intentó bloquearla de cara a los comicios, pero le hizo un favor a los demócratas, porque le dio visibilidad a la app, y los jóvenes –vitales para captar votos– comenzaron a usarla para cuestionar su gestión», comentó Rodríguez Salas.
- «Joe Biden invirtió 107 millones de dólares en publicidad de Facebook para las elecciones y Trump 110 millones
- mientras que en Youtube han gastado 78 millones (Trump) y 80 (Biden)»
Esta red también tuvo tenido cierto protagonismo. Según Rodríguez Salas, el partido republicano utilizó una serie de licencias que «permitían enviar más de 40,000 mensajes al día a la población latina». En Estados Unidos, alrededor de 26 millones de latinos usan esta aplicación de mensajería instantánea como herramienta principal de comunicación.
Donaciones
Por otro lado, el experto puso de manifiesto que las donaciones económicas son uno de los pilares fundamentales de las campañas electorales estadounidenses.
Según sus datos, «el 98% de las donaciones que han recibido en las campañas han sido para Biden», una gran parte provenientes de personajes tecnológicos como «el cofundador de Facebook, con una aportación de 28 millones de dólares; o un consejero de Netflix, con 5 millones».
Fake News
Rodríguez Salas también advirtió de la desinformación. Según precisó, «el tráfico de desinformación en Facebook aumentó un 102% respecto a las elecciones de 2016». No obstante, a diferencia de entonces, las redes sociales han reforzado sus sistemas de verificación de la información para luchar contra las fake news.
«Twitter no permitió que ningún candidato hiciera publicidad en su red social para evitar la polarización política, a pesar de la pérdida de inversión económica», explicó.
Además, apuntó que se han censurado, incluso, mensajes del propio presidente. «En Twitter, 11 mensajes de 33 –un tercio– fueron censurados por reflejar odio y cuestionar el sistema americano», señaló.
Youtube
En este sentido, el periodista y presidente de Next Educación, Manuel Campo Vidal, indicó que «Youtube ha eliminado vídeos falsos como el de Trump donde se declaraba vencedor de las elecciones».
De hecho, aseguró que «cada día de su mandato daba más de 14 noticias falsas», una situación que ha provocado que importantes cadenas televisivas cortaran la emisión cuando denunció fraude electoral.
Si bien, Rodríguez Salas lamentó que el impacto de una noticia falsa desmentida es menor que la de la propia ‘fake new‘ pues «cuando se desmiente una mentira, el distribuidor sigue creyendo que es cierta porque crea un vínculo emocional».
Gobierno de Trump
Sobre los cuatro años de presidencia de Trump, Alan Schröeder afirmó que «lo que ha pasado durante la época de Trump ha sido una época de caudillismo, no militar, sino mediático».
A su juicio, en términos de influencia global, «Trump es una presencia tan inmensa que ni quien no quiere escucharle puede escaparse», por lo que probablemente tenga una carrera post-presidencial cuyo papel es «ser víctima».
En cambio, el candidato demócrata «se ha comportado en todo momento como si fuera el presidente», una compostura que celebra la Unión Europea y que contrasta especialmente con Trump, puesto que «ha transmitido tranquilidad, lo que necesita el pueblo americano», tal y como ha señalado Campo Vidal.
«La UE tiene en el demócrata una posibilidad de jugar en la escena internacional y, al mismo tiempo, Biden espera que la UE juegue con USA para contener el poder de China», precisó el periodista y presidente de Next Educación.
Movilización joven
Atendiendo a la alta participación en los comicios, Rodríguez Salas dijo que se debe a la movilización joven.
«Trump consiguió que por primera vez los jóvenes hayan ido a votar», aseguró, al tiempo que Schröeder añadió que «por fin, los jóvenes reconocen que USA cambia muy rápidamente y que el futuro les pertenece».
También fueron determinantes las redes sociales, especialmente para el voto por correo. Según datos de Rodríguez Salas, por esta vía, «consiguieron motivar a 100 millones de personas para votar y no quedarse en casa».
Por otro lado, Schröeder puso en relieve el «gran error estratégico político» de Trump al no saber conectar con los votantes cuando padeció la enfermedad del Covid-19. Precisamente, su contagio impidió la celebración de un tercer cara a cara con Biden antes de las elecciones.
El primer debate, según recuerda Schröeder, dejó a un Trump que olvidó su cargo de presidente y optó por atacar, como en 2016.
«Fue desastroso, tan inmaduro que ni a sus propios simpatizantes les gustó», ha asegurado, añadiendo que Biden, por su parte, resistió. En el segundo, Trump dio un giro a su estrategia y «no fue tan agresivo».
Para Schröeder, los debates electorales son «como aquel momento en el que los ciudadanos miran el televisor por la misma causa». Así lo demuestran las cifras de audiencia, con más de 73 millones de personas en uno de ellos.