Instagram empezó este jueves a esconder los «likes» («Me gusta») de sus plataformas en Australia, Brasil y otros grandes mercados, con el objetivo de reducir la presión sobre sus usuarios, cuya salud mental puede verse afectada por este tipo de escrutinio.
Los usuarios en seis países de Instagram, propiedad del gigante Facebook, ya no podrán ver el número de «likes» que reciben de otras personas.
«Queremos que Instagram sea un lugar de expresión personal donde la gente se sienta cómoda» indicó en un comunicado la directora de Facebook Australia y Nueva Zelanda, Mia Garlick.
«Esperamos que esta decisión quite presión sobre el hecho de cuántos ‘likes’ se van a recibir, para que la gente se concentre en compartir las cosas que quiere».
Australia, Italia, Irlanda, Japón, Brasil y Nueva Zelanda son los países donde se va a probar esta nueva política, que ya se ha empezado a probar en Canadá desde mayo.
Instagram asegura que esta política de esconder los ‘likes’ tiene valor de prueba, aunque no ha precisado de momento su duración.
Instagram, que tiene más de mil millones de usuarios en todo el mundo, es una plataforma en la que se cuelgan imágenes y videos que los demás utilizadores pueden comentar o calificar con un «me gusta».
Pero en los países donde se lleva a cabo esta prueba, los ‘likes’ no serán visibles en las perfiles de los usuarios de Instagram. Para que éstos puedan ver cuántos ‘likes’ han generado necesitarán acudir y cliquear en otra página.
Las redes sociales han sido objeto de advertencias sobre el impacto que pueden tener sobre sus usuarios. Algunos estudios sugieren que Instagram puede afectar negativamente la salud mental de sus jóvenes usuarios.
En 2017 un informe de la Sociedad Real de Salud Pública (Royal Society for Public Health) de Reino Unido calificó a Instagram como la peor red social para la salud mental de jóvenes usuarios en el país.