Reduce poder de compra de estadounidenses y erosionado popularidad de Joe Biden.
La inflación en Estados Unidos se disparó durante 2021 a su mayor nivel en cuatro décadas, con un aumento de los precios al consumidor de 7,5% al terminar diciembre, en comparación con el registro anual en el mismo mes del año anterior, informó este viernes el Departamento de Trabajo.
La creciente inflación ha reducido el poder de compra de los estadounidenses y erosionado la popularidad del presidente Joe Biden, en una economía que aunque se recupera bien de la pandemia también está restando fuerza a los aumentos de salarios que han recibido los trabajadores.
Mensualmente, la inflación aumentó en 0,6% de diciembre a enero, una cifra igual al mes anterior y más de lo que esperaban los economistas. Los precios aumentaron 0,7% de octubre a noviembre y 0,9% de septiembre a octubre.
La escasez de suministros ante una fuerte demanda propulsada por los estímulos del Gobierno para amortiguar los estragos causados por la pandemia, más unas tasas de interés muy bajas, fueron el combustible que disparó la inflación.
Lo peor es que los economistas no ven señales de un alivio inmediato, porque muchos de los factores que propulsaron el alza de los precios no han desaparecido: los salarios siguen aumentando a su paso más rápido en 20 años, los puertos y almacenes sufren de escasez laboral y muchos productos se mantienen desaparecidos.
La Reserva Federal, encargada de mantener la inflación a raya en un nivel de alrededor del 2,0% anual, ya anunció medidas para contrarrestar el aumento, con posibles alzas de los intereses de préstamos en los próximos meses.
En otro reporte del Departamento del Trabajo, las solicitudes de beneficios por desempleo disminuyeron en 16.000 en la semana que terminó el 5 de febrero a un total estacionalmente ajustado de 223.000.
Este indicador se ha mantenido estable en los últimos meses en un nivel similar o a veces más bajo que antes de la pandemia.