Un estudio realizado en Guatemala, concluyó que las menores indígenas son forzadas a tener relaciones sexuales con patronos que hasta les triplican la edad y que las dejan embarazadas a los 16 años.
El estudio resalta la alta correlación» entre el embarazo y la unión en adolescentes: el 91,8 por ciento de las menores encinta antes de los 18 años estaba casada o unida, una situación sin reconocimiento legal «que coloca a las mujeres en una situación de vulnerabilidad al momento de una separación.
La edad promedio de la primera unión es de 15 años en las mujeres y de 20 años en los hombres, pero son frecuentes (hasta un 51 por ciento de las participantes en el estudio) los casos de niñas de 12 años cuyas parejas «les doblan o triplican la edad».
Causas de embarazos tempranos
El no uso de métodos anticonceptivos es otra de las razones de estos embarazos tempranos: más del 60 por ciento de las menores no utilizó protección, lo que derivó en su estado.
Para frenar este flagelo, la ONU aboga por impulsar campañas de sensibilización social, trabajar con las familias, transformar las condiciones económicas y apostar por la educación de las menores.
El Observatorio en Salud Sexual y Reproductiva (OSAR) de Guatemala documentó en 2014 un total de 5.100 niñas de entre 10 y 14 años embarazadas; y en los primeros siete meses de 2015 otros 3.722 casos..
Problemas para la salud
Muchas de estas jóvenes experimentan problemas de salud como consecuencia de estos abusos: anemia, infección del tracto urinario, complicaciones del parto, problemas de crecimiento intrauterino y bajo peso del recién nacido.
De hecho, el riesgo de muerte en menores de 15 años es dos veces mayor al de las mujeres adultas. Con información de terra.com