India ha registrado un aumento vertiginoso y preocupante de los casos de coronavirus y rebasó el sábado los cuatro millones de contagios, una cifra solo superada por Estados Unidos y Brasil y que habla por sí sola de una pandemia que no cede.
La gran esperanza para controlar el covid-19 es una vacuna, pero la Organización Mundial de la Salud (OMS) arrojó el viernes un jarro de agua fría a estas expectativas al considerar que no habrá una inmunización generalizada antes de mediados de 2021.
Mientras tanto, mascarillas, higiene y distancia seguirán siendo las mejores armas, pero en países como India, sobre todo en las zonas rurales, no logran aplicarse.
- En las últimas 24 horas, este país de 1.300 millones de habitantes
- registró 86,432 nuevos casos
- con lo que el número total de infectados se eleva a 4,023,179
- y ya hubo hasta ahora 69,561 muertos.
Área rutal
La pandemia se está propagando por las zonas rurales, donde los servicios sanitarios son muy deficientes, aunque también está resurgiendo en ciudades como Nueva Delhi y Bombay.
En tan solo 13 días, India pasó de tres a cuatro millones de contagiados y el país registra actualmente el mayor número de casos diarios del mundo, con más de 80,000, y de muertos, con más de 1,000 cada día.
- Según los balances oficiales, Estados Unidos es el país con más casos registrados de covid-19, con un total de 6.2 millones
- seguido de Brasil, con 4.1 millones.
En todo el mundo, la pandemia se cobró hasta ahora la vida de más de 875,700 personas e infectó a más de 26.6 millones, además de generar una devastadora crisis económica global.
Despedida sin lágrimas
La OMS consideró alentador que varias vacunas estén en la llamada fase 3 de estudio, que implica probarlas en decenas de miles de personas, pero advirtió que aún queda un trecho por recorrer.
«En términos de calendario realista, no esperamos ver una vacunación generalizada antes de mediados del año próximo», declaró una portavoz de la OMS, Margaret Harris en Ginebra.
El director de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo que ese organismo «no avalará» ninguna vacuna si no confirma que es segura y eficaz.
La región más enlutada por el covid-19 sigue siendo América Latina y el Caribe, con más 7.7 millones de contagios y más de 287,700 fallecidos.
La situación es especialmente desoladora en Venezuela, donde hay personas que están enterrando a sus muertos en una fosa común ante la imposibilidad de costear unos servicios funerarios que rondan los 200 dólares, una fortuna para este país castigado por seis años de recesión y una hiperinflación y donde el salario mínimo está por debajo de los 3 dólares.
Desde que la pandemia entró en Venezuela en marzo, 16 personas han sido ya enterradas en una fosa del cementerio municipal de San Cristóbal, capital del estado andino de Táchira (oeste), fronterizo con Colombia.
En muchos casos, estas despedidas además son solitarias y sin lágrimas ya que ningún familiar puede acompañar al ataud debido a las normas de seguridad en vigor para evitar contagios. Los enterradores, protegidos por un traje de seguridad, son los encargados de introducir el cuerpo en la fosa.
Venezuela, de 30 millones de habitantes, suma ya 50.905 contagios confirmados y 412 muertes por coronavirus, pero tanto la oposición como varias oenegés consideran que las cifras oficiales están muy por debajo de las reales.
«Un verano para olvidar»
Brasil, el segundo país más golpeado por el virus, tampoco logra frenar la propagación, con más de cuatro millones de contagiados y más de 125,000 muertos.
Pero desde el gigante sudamericano llegó la buena noticia de que el cacique Raoni, defensor incansable de los derechos de los pueblos indígenas y de la preservación de la Amazonia, se ha recuperado del coronavirus pese a rondar los 90 años.
En Chile, otro de los países muy castigados con más de 11,400 fallecidos y 416,000 contagios, se anunciaron medidas sanitarias especiales para el plebiscito previsto el 25 de octubre en el que se decidirá si se mantiene la actual Constitución legada por la dictadura de Augusto Pinochet.
Además, cientos de personas regresaron el viernes por la tarde a la céntrica plaza de Italia de Santiago para dar impulso a las protestas sociales de octubre de 2019, paralizadas por la pandemia.
En otras regiones del mundo donde el virus parecía estar bajo control, siguen apareciendo brotes. Es el caso de Nueva Zelanda, un país poco afectado por la pandemia y que era considerado como un ejemplo de gestión, que registró el viernes el primer deceso en más de tres meses.
Y de España, uno de los países más afectados de Europa, con cerca de 29,000 fallecidos, donde se habla ya de segunda ola.
La temporada estival se vio además empañada en los países europeos más dependientes del turismo, como Italia, igualmente uno de los más enlutados por el virus, que vivió «un verano para olvidar», en el que se registraron 65 millones de pernoctaciones menos en alojamientos turísticos, en comparación con el año anterior.