Los árbitros del campeonato griego de fútbol anunciaron este lunes la convocatoria de una huelga para el fin de semana del 4 y 5 de enero, para protestar contra nuevos episodios de violencia.
El paro estaba convocado inicialmente para el 11 y 12 de enero, pero nuevos incidentes el pasado fin de semana llevaron a los árbitros a adelantar la protesta.
El domingo por la noche, después del partido que enfrentó al Volos contra Olympiacos (0-0), aficionados provistos de petardos se acercaron al domicilio de uno de los árbitros para intimidarle.
«Nuestra paciencia se ha acabado», declararon los árbitros, reclamando «respeto y comprensión» en el ejercicio de su trabajo y el final de las intimidaciones, de las repetidas críticas de los clubes, así como sanciones más severas respecto a las decisiones que toman en las canchas.
Tras el partido del domingo, el Olympiacos denunció un «mal arbitraje» y presentó una denuncia contra los cinco colegiados del partido, a los que acusa de corrupción.
El club de El Pireo también contactó con la UEFA y la FIFA para denunciar «una alteración deliberada y de una precisión quirúrgica del resultado del partido en el que el VAR (videoarbitraje) fue utilizado».
Si bien la federación griega ha «condenado firmemente este nuevo ataque, de tipo mafioso, hacia un árbitro de la Super Liga», también suspendió a cinco árbitros que tomaron parte en el partido, dos árbitros del terreno de juego y tres del VAR, a la espera de las conclusiones de la investigación.
«La aplicación del sistema VAR en este partido estuvo sin ninguna duda por debajo de nuestras expectativas», concluyó la federación.