La organización HRW denunció este miércoles que 138 salvadoreños que fueron deportados desde Estados Unidos han sido asesinados desde 2013 y que otros 70 sufrieron agresiones que van desde abusos sexuales hasta tortura, revelando los peligros del endurecimiento de la política migratoria de Donald Trump.
En el informe «Deportados al peligro: Las políticas de Estados Unidos sobre deportación exponen a salvadoreños a muerte y abusos», la ONG denuncia que los migrantes retornados son víctimas de pandillas, exparejas y miembros de las fuerzas de seguridad una vez vuelven a El Salvador..
Estados Unidos firmó en 2019 acuerdos migratorios con los países del Triángulo Norte de América Central, después de que en enero del año pasado Washington sellara con México los protocolos MPP, que estipulan que los demandantes de asilo que lleguen a la frontera común deben esperar en ese país la tramitación de sus solicitudes de asilo.
Los pactos con Guatemala, Honduras y El Salvador determinan que quienes aspiran a pedir asilo en Estados Unidos y pasen antes por estas naciones deberán hacer allí su solicitud y aguardar.
«A sabiendas, las autoridades de Estados Unidos han puesto en riesgo a personas salvadoreñas al enviarlas a circunstancias donde enfrentan la posibilidad de homicidio y ataques contra su seguridad», señaló Alison Parker, directora adjunta para Estados Unidos de HRW.
Para el reporte, la organización entrevistó a 150 personas incluyendo supervivientes, familiares de asesinados, fuentes gubernamentales y asociaciones civiles.
Entre los casos recopilados está el de «Jacinto K», un salvadoreño fue deportado tras vivir varios años en Estados Unidos y que fue abatido de un tiro dos semanas después de dar su testimonio a HRW.
Otra víctima mortal, identificada como «Adriana J», pidió asilo en Estados Unidos tras ser amenazada por pandillas, cuando regresó a El Salvador deportada fue asesinada.
«El Salvador no es un país seguro para muchos deportados», dijo HRW, señalando que hay personas que «se enfrentan a los mismos agresores y daños de los que huyeron inicialmente».
La ONG estimó que hay cerca de 1,2 millones de salvadoreños viviendo en Estados Unidos que no tienen ciudadanía y que menos de la cuarta parte tienen residencia legal permanente.