La hija de Martin Luther King, el icónico defensor de los derechos civiles de Estados Unidos, pidió el martes más presión para garantizar la igualdad de justicia para los afroamericanos, mientras Rayshard Brooks, cuyo asesinato en Atlanta a manos de un policía provocó furiosas protestas, era enterrado en Atlanta.
«La muerte de Rayshard Brooks no será en vano», aseguró Bernice A. King en un servicio funeral destinado a Brooks, asesinado a tiros el 12 de junio después de ser detenido por la policía en un restaurante de la cadena de comida rápida Wendy.
«No podemos detener nuestro clamor por justicia y nuestra lucha por la libertad«, expresó ante la familia, amigos y simpatizantes de Brooks en la Iglesia Ebenezer Baptise, donde su padre había sido pastor.
«No podemos detener nuestras manifestaciones hasta que se escuchen nuestras voces y se cumplan nuestras demandas de reforma policial», expresó.
El último de una serie de muertes de afroamericanos a manos de policías blancos, Brooks, de 27 años, fue detenido por Garrett Rolfe y Devin Brosnan, quienes lo encontraron dormido en su automóvil en la fila de autoservicio del restaurante.
Durante una tranquila interacción de 20 minutos, le hicieron una prueba de alcohol y, después de que resultara positiva, trataron de arrestarlo por conducir bajo la influencia del estimulante.
Tras un breve forcejeo, Brooks se escapó con uno de los Tasers de los oficiales y Rolfe le disparó dos veces por la espalda.
Rolfe fue despedido y acusado de asesinato, mientras que Brosnan, quien acordó cooperar con la investigación, fue acusado de agresión agravada.
El fiscal de distrito de Atlanta, Paul Howard, señaló que Rolfe no tenía justificación para dispararle a Brooks mientras huía, y agravó el caso pateando su cuerpo mientras yacía en el suelo sangrando.