La revista Estrategia y Negocios publica en su reciente edición el empuje de nueve mujeres centroamericanas a quienes denomina «heroínas». En este selecto grupo hay dos guatemaltecas: Johana Samayoa y Gabriela Villatoro.
Johana Samayoa es la médica al frente de la Unidad de enfermos Covid-19 del Hospital Roosevelt, labor que lleva a cabo desde el día 0 de la pandemia.
Su trabajo empieza a las 6 de la mañana y termina a las 9 de la noche. Solo por un breve lapso no contribuyó a la salud de los guatemaltecos, pues fue contagiada de coronavirus.
De acuerdo con Samayoa, se suponía que el Roosevelt únicamente diagnosticaría y referiría a los pacientes de Covid-19.
Sin embargo, cuando los otros centros no se dieron abasto para la atención, ella y el equipo de VIH y Medicina Interna tomaron la atención de contagiados.
“En toda mi vida no había visto morir a tanta gente y fue difícil porque el miedo saca lo peor y lo mejor de las personas. Fue complicado y seguimos en esto, le puedo decir que los meses más difíciles fueron de abril al 13 de julio, porque ese día resulté positiva y tuve que retirarme”, comenta Samayoa a Estrategia y Negocios.
- Recuerda que desde febrero empezaron con los preparativos en el sistema de hospitales, pero no fueron suficientes.
“Llegamos a tener pacientes sentados en bancas: julio fue terrible, porque las ambulancias llegaban y dejaban pacientes aunque les decíamos que no teníamos espacios”, comparte.
Además de atender a los pacientes, los especialistas también tuvieron que desempeñar diversos trabajos, como hacer los ingresos, cargar cilindros de oxígeno, sacar sangre o limpiar colchonetas.
En la actualidad llegan menos pacientes, sin embargo, su preocupación radica en la apertura del país, lo que sucedió el 3 de septiembre y esto puede aumentar los casos, advierte Samayoa.
Desde Quetzaltenango
La otra guatemalteca que forma parte del grupo de las centroamericanas «heroínas» es Gabriela Villatoro, fundadora de La Olla Quetzaltenango, un proyecto que día a día, junto a su equipo, brinda alivio a cientos de personas que pasan hambre por la crisis.
Por el momento cuenta con 15 voluntarios, entre este grupo hay meseros, cocineros, chef, estudiantes de medicina, adolescentes, fotógrafos y extranjeros de Xelajú.
“Soy un comodín y hago de todo, manejo el carro que lleva los alimentos al parque, cocino, limpio, etcétera”, dice.
Lo que encuentra más gratificante de su trabajo es conocer a las personas, sus historias, sus sonrisas, el compañerismo, conocer a todos, identificarlos, desearles un bien, ver a los niños comer.
Además, es fundadora del restaurante Tan Lechuga Yo, especializado en comida orgánica y saludable, el cual tuvo que cerrar sus puertas por los acontecimientos.
Las otras heroínas son, según Estrategia y Negocios:
- Elsa Palou, infectóloga de Honduras
- Naja Irina Porcell Iglesias, directora de Salud Pública del Ministerio de Salud de Panamá
- Suyapa María Sosa Ferrari, jefa del Servicio de Neumología del Instituto Nacional Cardiopulmonar de Honduras
- Viriam Mejías, directora de Enfermería del Hospital San Juan de Dios de Costa Rica
- Mairim Solís de González, doctora en Biotecnología de Panamá
- María Mercedes Somarriba, médico Pediatra Infectóloga de Nicaragua
- Teresita Somogoyi, jefa de la división de Diagnóstico Molecular del Laboratorio Clínico del Hospital México de Costa Rica