Hamás probablemente no rechace un alto el fuego, pero tiene exigencias complicadas para Israel

  • El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió no retirar los soldados hasta la «victoria total», que él define como la erradicación de Hamás.

Voz de América

Reuters

Hamás probablemente no rechazará una propuesta de alto al fuego en Gaza que recibió de los mediadores esta semana, pero no la firmará sin garantías de que Israel se comprometa a poner fin a la guerra, dijo el jueves un funcionario palestino cercano a las conversaciones.

Los mediadores qataríes y egipcios presentaron esta semana a Hamás la primera propuesta concreta para una interrupción prolongada de los combates en Gaza, acordada con Israel y Estados Unidos en las conversaciones celebradas en París la semana pasada. Hamás dijo que está estudiando el texto y preparando una respuesta.

El funcionario palestino dijo que el texto de París prevé una primera fase de 40 días, durante la cual cesarían los combates y Hamás liberaría a los civiles que aún hay entre los más de 100 rehenes que retiene. En fases posteriores se liberaría a los soldados israelíes y se entregarían los cuerpos de los rehenes muertos.

«Tengo la expectativa de que Hamás no rechace el documento, pero puede que tampoco cierre un acuerdo decisivo», dijo el funcionario palestino que habló bajo condición de anonimato.

«Mi expectativa es que envíen una respuesta positiva y reafirmen sus exigencias: para que el acuerdo se firme, debe garantizar que Israel se comprometa a poner fin a la guerra en Gaza y a retirarse completamente del enclave».

Una pausa tan larga sería la primera desde el 7 de octubre, cuando combatientes de Hamás atacaron Israel, matando a 1.200 personas y capturando a 253 rehenes, precipitando una ofensiva israelí que devastó parte de Gaza.

Autoridades sanitarias del enclave dijeron el jueves que el número de muertos confirmados había superado los 27.000, y que miles más yacen bajo los escombros.

La única pausa en los combates hasta ahora, a finales de noviembre, duró sólo una semana. Las agencias internacionales de ayuda han pedido un cese prolongado para paliar la catástrofe humanitaria en el enclave, donde casi la totalidad de sus 2,3 millones de habitantes se ha quedado sin hogar.

La gran brecha entre ambas partes parece estar en lo que seguiría a cualquier tregua acordada. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, prometió no retirar los soldados hasta la «victoria total», que él define como la erradicación de Hamás.

Hamás afirma que no firmará ninguna tregua temporal a menos que Israel se comprometa a retirarse y a poner fin a la guerra de forma permanente.

En una señal de la seriedad de la propuesta, el líder de Hamás, Ismail Haniyeh, dijo que viajará a El Cairo para discutirla, aunque no se ha dado una fecha concreta para su viaje.

Los avances diplomáticos han ido acompañados de algunos de los combates más intensos de la guerra.

La semana pasada, Israel lanzó un enorme asalto terrestre para capturar la principal ciudad del sur, Jan Yunis, donde se refugian cientos de miles de civiles que huyeron de los combates en otros lugares.

Los enfrentamientos también se intensificaron en la parte norte del enclave, que Israel había dicho semanas atrás que controlaba.

Los residentes afirmaron que las fuerzas israelíes bombardearon durante la noche los alrededores de los hospitales de Jan Yunis e intensificaron sus ataques cerca de Ráfah, la pequeña ciudad situada en el extremo sur del enclave donde se refugia actualmente más de la mitad de la población de Gaza, principalmente en tiendas de campaña improvisadas y edificios públicos.

Osama Ahmed, de 49 años, padre de cinco hijos de la ciudad de Gaza, refugiado ahora en la occidental Jan Yunis, dijo que hubo una resistencia feroz en la ciudad, y que los bombardeos desde aire, tierra y mar fueron implacables mientras los tanques israelíes avanzaban.

«No han entrado profundamente en Al-Mawasi, donde vivimos, pero cada día se acercan más», dijo a Reuters por teléfono, refiriéndose al distrito occidental de Jan Yunis, junto a la costa mediterránea.

«Esperamos que se anuncie un acuerdo de alto el fuego antes de que asalten nuestra zona», dijo. «Todo lo que queremos es un alto el fuego ya y volver a nuestros hogares, acabar con la guerra y la humillación».

kunci pola gacor