Las autoridades hondureñas incautaron este martes un narcolaboratorio a miembros de la Mara Salvatrucha (MS-13) en una lujosa residencia de la colonia donde el vive el presidente Juan Orlando Hernández, informó la policía.
El director de la policía de investigación, Rommel Martínez, dijo a periodistas que la policía capturó a seis integrantes de la MS-13 en un «inmueble que esta siendo utilizado como un laboratorio para maquinar droga» en la colonia San Ignacio, este de la capital, donde vive el gobernante.
En medio de un fuerte despliegue policial, Martínez presentó ante la prensa a los seis detenidos, sin camisa para que miraran los tatuajes que ellos tenían de la temida pandilla.
En la residencia «hay una cantidad de drogas considerable, armas y dinero» y los arrestados serán enviados al ministerio Publico para que se presenten las acusaciones con las pruebas ante los tribunales, añadió.
Explicó que expertos en investigación desplegaban una fuerte operación que se extenderá durante toda la noche en la vivienda en que estaban los pandilleros, para recoger todas las pruebas.
Martínez resaltó que la captura y el hallazgo es un «golpe fuerte» al brazo financiero de la pandilla que, al igual que la pandilla Barrio 18, es perseguida por las autoridades por los hechos delictivos que cometen en el país.
La MS-13 y el Barrio 18, que se pelean entre sí territorios para la venta de drogas y extorsiones, ocupan vastas zonas en diferentes ciudades el país y por su poderío económico se refugian hasta en zonas residenciales de lujo.
Las pandillas y narcotraficantes han situado a Honduras entre los países sin guerra más violentos del mundo. El 2019, el país centroamericano cerró con cerca de 40 homicidios por cada 100,000 habitantes pero 2019 habría subido, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional que no ha consolidado aún las cifras del año anterior.