Previo a su visita en territorio mexicano el Papa Francisco se reunión con el patriarca Cirilo de la Iglesia Ortodoxa rusa , hablaron sobre el radicalismo islámico y la persecución a los cristianos en Medio Oriente y África, aunque a criterio del sumo pontífice hablaron como hermanos.
Tras se abrazarse y besarse fraternalmente y posaron para las cámaras antes de sentarse a dialogar, la primera expresión de Francisco fué: finalmente que resume la división que han vivido ambos grupos religiosos durante años.
El Vaticano espera que el encuentro mejore las relaciones con otras iglesias ortodoxas y estimule los avances en el diálogo sobre las diferencias teológicas que dividieron al cristianismo del Oriente y el Occidente desde el Gran Cisma de 1054.
Se espera que la declaración conjunta que ambos líderes darán a conocer este viernes toque el tema que preocupa tanto a la Iglesia católica como a la ortodoxa en la actualidad: la difícil situación que sufren los cristianos en Irak y Siria, donde están siendo asesinados y expulsados de sus hogares por el grupo Estado Islámico.
Los católicos y los ortodoxos se distanciaron por muchas cuestiones entre ellas la primacía del Papa y, más recientemente, las acusaciones rusas ortodoxas de que la Iglesia católica trata de ganar conversos en antiguas tierras soviéticas. Esas diferencias dificultaron que los Papas anteriores hayan se hubieran reunido con un patriarca ruso, pese a que el Vaticano insistiera en que solo estaba haciendo su trabajo religioso entre los adolescentes de las comunidades católicas.