El canciller Pedro Brolo, en reunión con el embajador de los Estados Unidos, William Popp, entregó este míercoles 11 de noviembre la carta oficial por medio de la cual el Gobierno de Guatemala solicita el otorgamiento del Estatus de Protección Temporal (TPS) para el país.
“El Gobierno de Guatemala reitera la necesidad de que los guatemaltecos que actualmente se encuentren en los Estados Unidos de América, puedan permanecer y no ser deportados, bajo este régimen de protección temporal”, expone Brolo en la misiva dirigida al secretario de Estado, Michael Pompeo.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, la solicitud será entregada este jueves 12 de noviembre ante el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América por el embajador guatemalteco, Alfonso Quiñónez.
«La solicitud se apoya en los propios términos y enunciados del TPS en cuanto a las condiciones del país que lo solicita y su dificultad para atender a sus ciudadanos retornados», afirma Cancillería.
Además, Brolo asegura que uno de los enunciados del TPS indica que éste puede ser otorgado a ciudadanos de un país que temporalmente se encuentre imposibilitado de manejar el regreso adecuado a sus connacionales y que atraviese situaciones extraordinarias y temporales que impidan a éstos regresar de manera segura.
“La grave situación que actualmente se enfrenta tras los daños profundos que dejó el paso de la tormenta Eta producto de las copiosas lluvias que generaron inundaciones y aludes en 10 departamentos”, aseguró el funcionario guatemalteco.
Damnificados
De acuerdo con el último informe de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), la depresión tropical ETA dejó 363 mil personas damnificadas y más de 373 mil personas afectadas y con 93 mil personas que han tenido que ser evacuadas.
Esa institución también hace un breve recuento de los daños materiales, mencionando 18 puentes y 11 carreteras destruidas, además de 23 mil viviendas y 238 escuelas con que sufrieron daños, a lo que se suman las 31 mil 500 hectáreas de cultivos agrícolas dañados, especialmente de granos básicos y hortalizas.
“Esta situación imposibilita el acceso vía terrestre a muchas de las comunidades afectadas”, indica Brolo.
Por último, la carta entregada al embajador Popp expone que Guatemala enfrenta una situación única y particularmente compleja, dado que el COVID-19 tuvo un fuerte impacto negativo durante los meses previos en estas regiones, y la llegada de esta tormenta ha profundizado aún más la crisis que se vive en las áreas afectadas.