Guardianes del litoral del Pacífico

Cuando el sol se levanta sobre las playas del Océano Pacifico, no solo ilumina la arena: revela el trabajo silencioso de quienes cuidan el ecosistema costero. Esta crónica recorre los manglares y tortugarios del Pacífico guatemalteco, donde comunidades locales se han convertido en guardianes de la biodiversidad. Su labor, muchas veces invisible, es vital para el equilibrio ecológico y la esperanza de un futuro sostenible.

Manglares, pulmones del litoral

Los manglares cubren apenas el 0.23% del territorio nacional, pero su impacto es inmenso. Actúan como barreras naturales contra tormentas, filtran contaminantes, capturan carbono y albergan más de 150 especies de aves, peces y reptiles

Desde 1950, Guatemala ha perdido más del 50% de su cobertura de manglar, debido a la tala ilegal, el cambio de uso de suelo y la contaminación por plásticos. WWF Mesoamérica lidera un proyecto para restaurar 1,500 hectáreas para el año 2030, con participación activa de comunidades en Iztapa, San José y Sipacate.

Las comunidades costeras, apoyadas por el INAB y CONAP, participan en 31 proyectos activos que protegen 2,580 hectáreas de manglar

Tortugas marinas, símbolo de resiliencia

Cada año, entre septiembre y diciembre, las tortugas marinas regresan a las costas del litoral sur del país, para anidar. La especie más común es la parlama (Lepidochelys olivacea), que pone entre 60 y 120 huevos por nido. 

En tortugarios como Manuelita, en Barra El Jiote, se recolectan e incuban los huevos bajo condiciones seguras. Para luego poderlas liberar al mar, cuando nazcan. La estrategia de conservación permite equilibrar protección ambiental y subsistencia comunitaria.

Guatemala cuenta con más de 30 tortugarios registrados..

Voces del litoral

Entrevista – Pedro Yanes, guardarecursos del Tortugario Manuelita

—¿Qué lo motivó a cuidar tortugas?

—Verlas regresar cada año, como si confiaran en nosotros. Es una responsabilidad que no se puede ignorar.

—¿Cómo participa la comunidad?.

 —Los niños limpian la playa, los parlameros entregan huevos voluntariamente, y todos celebramos cada liberación. Es más que conservación, es identidad.

—¿Qué le diría al país?

 —Los manglares y las tortugas no son solo paisaje. Son vida, protección y futuro. Si los cuidamos, nos cuidamos.

En la costa sur de Guatemala, el manglar respira gracias a manos humanas. Las tortugas avanzan hacia el mar, guiadas por su instinto y por quienes las protegen. Esta crónica es un homenaje a esas voces que, sin micrófonos, ni reflectores, sostienen el equilibrio del litoral.