Caracas, Venezuela
El líder opositor venezolano Juan Guaidó recibió este miércoles el respaldo en las calles de miles de seguidores, pese a no haber logrado que un alzamiento militar quebrara el apoyo de la Fuerza Armada al presidente Nicolás Maduro.
El líder opositor venezolano Juan Guaidó recibió este miércoles el respaldo en las calles de miles de seguidores, pese a no haber logrado que un alzamiento militar quebrara el apoyo de la Fuerza Armada al presidente Nicolás Maduro.
Una enorme multitud atendió su llamado en Caracas para exigir que Maduro “cese la usurpación del poder”, en medio de la peor crisis socioeconómica de Venezuela. De todas maneras, la marcha no logró ser “la más grande en la historia del país” como se había propuesto Guaidó.
Las protestas degeneraron en disturbios en varias zonas de la capital, donde militares y policías lanzaron bombas lacrimógenas contra manifestantes, que a su vez respondieron con piedras y cócteles molotov, constató la AFP.
“Minutos después de que soldados valientes se pusieran del lado del pueblo, todos los soldados vieron el respaldo contundente del pueblo de Venezuela, que los va a acompañar”, dijo Guaidó ante sus seguidores, recordando que miles se volcaron para respaldar la rebelión el martes.
El opositor, reconocido como presidente interino por medio centenar de países, encabezó la sublevación de un grupo de militares en la base aérea La Carlota, en Caracas.
El gobierno lo calificó como un “intento ridículo de golpe de Estado”, cuya derrota celebraron este miércoles miles de partidarios en una marcha por el Día del Trabajador en Caracas.
La escalada del martes avivó las tensiones entre Washington y Moscú, luego de que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, acusará a su par ruso, Sergei Lavrov, de desestabilizar a Venezuela con su apoyo a Maduro, en conversación telefónica.
Lavrov denunció a su vez una influencia destructiva de la Casa Blanca, luego de que este miércoles Pompeo reiterara que una acción militar es posible.
Más calle
Aunque Guaidó llamó a la Fuerza Armada a sumarse al levantamiento, la cúpula militar reiteró lealtad a Maduro y 25 insurrectos terminaron pidiendo asilo en la embajada de Brasil.
También se asiló en la legación de España Leopoldo López, liberado por los rebeldes de su prisión domiciliaria y con quien Guaidó lideró la sublevación.
“Vamos a seguir en las calles hasta lograr la libertad (…), el régimen va a tratar de acentuar la represión, de perseguirme”, advirtió el diputado.
Guaidó, a quien el oficialismo ya le retiró la inmunidad legislativa, consideró que su eventual detención supondría un golpe de Estado, al ser el único presidente legítimo de Venezuela.
Las manifestaciones se extendieron a regiones como Táchira y Zulia (oeste).
“Lo que estamos viviendo es un infierno, sin agua, sin electricidad, sin medicamentos. Tengo fe en que el pueblo en la calle va a lograr que la olla reviente”, dijo Evelinda Villalobos, de 58 años, habitante de Zulia.
En un ambiente festivo y con la consigna de “no pasarán”, los chavistas celebraron el fracaso de la insurrección.
“No es la primera, ni será la última vez que la oligarquía financiada y apoyada por el imperialismo yanqui tratará de mermar las esperanzas de un pueblo que decidió ser libre”, expresó Valmore Rodríguez.
Militares, el árbitro
Al proclamar la derrota de los golpistas, Maduro advirtió que no habrá impunidad, pero Estados Unidos alerta que encarcelar a Guaidó sería el último error de la dictadura.
Luego de la fallida sublevación, Washington advirtió al ministro de Defensa, general Vladimir Padrino, que está ante la última oportunidad de romper con Maduro.
Según la Casa Blanca, Padrino se había comprometido a apoyar el derrocamiento del mandatario.
Maduro tenía un avión en la pista, estaba listo para irse (…) y los rusos le dijeron que debería quedarse, dijo en tanto Pompeo, indicando que el gobernante planeaba huir a Cuba. El líder socialista lo desmintió.
El politólogo Luis Salamanca estima que Maduro y Guaidó entraron una disputa por el respaldo de los militares, pilares del mandatario, a quienes según expertos éste les ha otorgado amplia participación en el manejo de la renta petrolera.
“Algunos han sido ganados por Guaidó, pero los jerarcas siguen del lado del gobierno”, expresó el analista.
“Ni Maduro ni la oposición están en una posición fortalecida. Maduro hará todo para permanecer en el poder y la oposición hará todo para mantener la presión bajo el liderazgo de Guaidó. Pero el árbitro final serán las Fuerzas Armadas”, subraya Shifter.
Guaidó se proclamó presidente encargado el 23 de enero, luego de que el Legislativo, de mayoría opositora, declarara usurpador a Maduro por reelegirse en comicios fraudulentos.