La joven activista por el clima Greta Thunberg confesó este viernes en un documental presentado en la Mostra de Venecia que se siente sobre todo una niña «‘nerd’ y tímida», que piensa por su cuenta, aunque abrumada por las responsabilidades.
Con el título «Soy Greta», el documental del sueco Nathan Grossman, presentado como evento especial, recorre la trayectoria de la joven sueca desde que en 2018, a los 15 años, inició una huelga estudiantil por el clima frente al Parlamento de su país.
«Algunas personas difunden teorías sobre una conspiración, dicen que no pienso ni hablo por mí misma o que otras personas escriben mis discursos. Con esta película, pueden ver que no es verdad», explicó durante una videoconferencia de prensa organizada por el festival veneciano.
Íntimo
El documental alterna imágenes de las manifestaciones, marchas y encuentros que la joven ha tenido con líderes mundiales, como el papa Francisco y el presidente francés Emmanuel Macron, con escenas de su vida íntima, en su habitación, cocinando un pastel con la madre.
Las innumerables secuencias de los trenes tomados de noche con su padre para cruzar media Europa ofrecen la medida del compromiso de la joven ante la crisis climática que azota al planeta.
Grossman, que contó que pudo rodar imágenes desde el primer día por pura casualidad, reveló que tardó «varios meses» en darse cuenta del carisma y del alcance de la movilización por el clima que había generado la joven.
«Entendí que no estaba haciendo todo esto para ser famosa o tener éxito en las redes sociales. Ella es de verdad una apasionada por el tema del cambio climático», dijo.
«Como soy y no como dicen que soy»
El documentalista, que la siguió como su sombra durante un año, consiguió «retratarme como soy y no como los medios dicen que soy», comentó la joven desde Suecia en el encuentro con la prensa.
«No soy la niña ingenua y enojada que grita a los líderes mundiales en la asamblea general de las Naciones Unidas, soy una persona ‘nerd’ (estudiante aplicada) y tímida«,
confesó Greta Thunberg en una suerte de autodefensa ante las críticas de sus detractores.
Entrevistada por los medios de medio mundo, con más de 4 millones de seguidores en Twitter, la joven de trenzas rubias quiere ahora que los medios se centren menos en ella y más en el clima.
Sin embargo, es consciente de que se convirtió en «una especie de puente para que la gente pueda identificar y comprender mejor la crisis climática», confesó.
En la película, durante la cual demuestra una férrea voluntad, la joven, que padece el síndrome de Asperger, desvela también sus frustraciones, miedos y desalientos.
«Es una gran responsabilidad … no quiero tenerla», dice entre sollozos, en medio de las furiosas olas del Atlántico, mientras navegaba en un barco que tomó en Nueva York.
La lucha contra el cambio climático «es la tarea de los adultos, no de los jóvenes. ¡Son las personas en el poder que causaron esta crisis!», lamenta la joven al presentar el filme.
Dos años después del inicio de la movilización, en un mundo trastornado por el coronavirus, Greta Thunberg regresó al colegio, aunque asegura que va a seguir luchando contra el cambio climático.
«Necesitamos más ciencia para hacer más investigaciones, pero sobre todo debemos actuar de inmediato, a nivel político, para cambiar las normas sociales», añadió antes de desconectarse para entrar de nuevo a clase.