El emblemático Gran Bazar de Estambul, cerrado desde el 23 de marzo, reabrió el lunes, después de que las autoridades levantaran la mayoría de restricciones impuestas en Turquía para contener la propagación del coronavirus.
El Bazar, que alberga a unas 3,000 tiendas y 30,000 comerciantes, pone fin al cierre más largo en casi seis siglos de existencia, fuera de los desastres naturales e incendios.
Cada miércoles de las semanas anteriores a esta reapertura, empleados de limpieza rociaron los pisos, las columnas y las paredes de desinfectante de este famoso lugar de la capital económica turca.
La reapertura del mercado se ha hecho bajo las estrictas medidas dictadas por el ministerio de Salud: el uso obligatorio de mascarilla y un número limitado de clientes en las tiendas.
Este mercado cubierto, uno de los más grandes del mundo, acogía antes de su cierre a 150,000 personas al día, sobre todo turistas.
La reapertura del Bazar tiene lugar en el marco de flexibilización de la mayor parte de restricciones impuestas en Turquía para luchar contra el nuevo coronavirus, que ha causado más de 4.500 muertos y 164.000 casos declarados en el país.
Bibliotecas, restaurantes y guarderías pudieron reabrir el lunes y los desplazamientos entre las principales ciudades del país, prohibidos o limitados durante dos meses, están de nuevo autorizados.
En estas últimas semanas, Turquía ya empezó a suspender algunas medidas y autorizó la reapertura de centros comerciales y peluquerías.
El confinamiento de las personas de más de 65 años y de menos de 18 sigue sin embargo en rigor hasta nueva orden.
Los bares y discotecas también permanecen cerrados. Solo se autorizarán los conciertos al aire libre.