El gigante estadounidense Google pagará al Estado francés un total de 965 millones de euros para dar carpetazo a sus problemas fiscales en ese país, según los términos de un acuerdo validado por un tribunal de París.
La multinacional pagará 500 millones de euros en multas para cerrar un caso abierto en 2015 por la justicia financiera francesa por «fraude fiscal agravado» y 465 millones de euros para ponerse al día con sus impuestos.
«Es un acuerdo histórico, para nuestras finanzas públicas y porque marca el fin de una era», reaccionó el ministro de Cuentas Públicas francés, Gérald Darmanin, en un comunicado.
Google, que estaba en la mira del fisco francés desde hace varios años, ya ha pasado acuerdos de este tipo en otros países, como el Reino Unido e Italia.
La multa de 500 millones de euros, que pagarán las filiales Google Francia y Google Irlanda, fue posible gracias a una convención judicial que permite a una empresa negociar una multa sin ir a juicio o tener que declararse «culpable».
Para las autoridades financieras francesas, Google no pagó más de 189 millones de euros de impuestos entre 2011 y 2016. La multinacional tiene un plazo de 10 días para retractarse.
Esta investigación había dado lugar a un allanamiento en las oficinas de Google en París en mayo de 2016. Un centenar de policías y expertos informáticos fueron desplegados para esta «investigación descomunal», sobre todo por la cantidad de datos recabados y la complejidad de la estructura de la empresa.
El ministro Darmanin había abierto por primera vez la vía a un acuerdo con Google en 2017. «Muchos grandes países europeos» lo han hecho, dijo.
Google, al igual que otras multinacionales estadounidenses, como Amazon o Facebook, es acusada regularmente en Francia de infravalorar sus ingresos para pagar menos impuestos.
El grupo estadounidense, cuya sede europea está en Irlanda –uno de los países donde los impuestos a las ganancias figuran entre los más bajos del mundo (12,5%)– asegura en cambio que siempre «ha respetado la legislación francesa».
Otros gigantes tecnológicos han aceptado cerrar acuerdos con el fisco francés en los últimos años, como Apple, que pagó 500 millones de euros para saldar 10 años de impuestos.
Para desbaratar las prácticas fiscales de las multinacionales de internet, el gobierno francés votó a finales de 2018 un impuesto bautizado «GAFA» (acrónimo de Google, Amazon, Facebook y Apple), que entró en vigor este año.
París, en conflicto con Estados Unidos sobre este tema, se comprometió a abandonar este impuesto si se alcanza un acuerdo internacional sobre la fiscalidad de los gigantes digitales.