A pocos de días que el Presidente Juan Manuel Santos haya decretado un últimatum a la guerrilla para resolver el conflicto, ambos negociadores del proceso perciben un proceso con dificultades a casi un mes que se cumpla el lapso acordado en la Habana desde Septiembre.
Lo que sucedió la semana pasada se salió de todo el esquema previsto para estas visitas. Lo que hicieron las FARC fue grave porque rompe un principio fundamental y es que no queremos mezclar política y armas. La principal responsabilidad nuestra es la seguridad de la población, de la gente», comentó preocupado el el alto comisionado para la paz, Sergio Jaramillo.
Las tensiones se agravaron en territorio colombiano luego que tres negociadores de la guerrilla entrar al pueblo de el Conejo, de Guajira, escoltados por insurgentes uniformados y armado por lo que provocó una acusación del gobierno que acusó a las FARC de vilar las reglas establecidas.
Hoy afrontamos otra crisis, la enfrentamos con igual compromiso por la paz y la confianza de que la sensatez saldrá adelante en la solución», comentó desde La Habana Marco León Calarcá, miembro del equipo negociador de las FARC.
La Guerrilla negó cualquier intento de proselitismo, sin embargo reconoció una crisis que imposibilita el desarrollo del dialogo.
Tanto Gobierno como las FARC, discuten actualmente todo lo relacionado con el cese bilateral y definitivo del fuego, además de la refrendación de los acuerdos.