El gobierno provisional de Bolivia anunció este jueves que indemnizará a los familiares de una treintena de muertos en la convulsión social registrada entre octubre y noviembre en el país, que desembocó en la renuncia y posterior exilio a México del expresidente Evo Morales.
La presidenta interina Jeanine Áñez anunció la promulgación de un decreto que otorga «asistencia humanitaria e indemnización a los familiares de los fallecidos y heridos en los hechos de violencia surgidos en el país después del fraude que se cometió (en las elecciones del) 20 de octubre».
La violencia provocó la muerte de 29 personas según datos oficiales, pero organismos independientes elevan esa cifra a 34, coincidente con los registros de la prensa local.
Los familiares de los fallecidos serán indemnizados por única vez con 50,000 bolivianos (unos 7,000 dólares), mientras que los heridos recibirán el pago de sus atenciones médicas «hasta su total recuperación», según el ministro de Justicia, Álvaro Coimbra.
El ministerio público había estimado en 400 el número de heridos en las protestas, pero el ministerio de Justicia hizo referencia este martes a 33 como beneficiarios de la indemnización.
Las manifestaciones comenzaron luego de que el organismo electoral diera como ganador a Morales en primera vuelta en los comicios del 20 de octubre, en medio de reclamos de fraude; y se intensificaron días después tras la renuncia del exmandatario izquierdista.