Los consejeros económicos del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, defendieron este domingo la posibilidad de reactivar el país con seguridad pese a que la pandemia sigue activa y se han detectado varios casos de coronavirus en la Casa Blanca.
En los últimos días, dos empleados del «ala oeste», donde se encuentra la Oficina Oval -un militar al servicio del presidente y la portavoz del vicepresidente Mike Pence- dieron positivo al nuevo coronavirus, a pesar de las estrictas precauciones sanitarias tomadas allí.
Además, tres miembros de primera línea de la unidad de crisis de la presidencia estadounidense encargada de coordinar la lucha contra la COVID-19 decidieron entrar en cuarentena preventiva por su posible exposición al virus.
Entre ellos está el epidemiólogo Anthony Fauci, quien aconseja diariamente a Trump, así como el director de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), Robert Redfield, y Stephen Hahn, jefe de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA).
Las personas que se acercan al presidente y al vicepresidente son sometidas continuamente a pruebas de despistaje.
El asunto ha sido dominante en las transmisiones noticiosas de este domingo en las televisoras estadounidenses. Si en esas condiciones la presidencia no ha quedado exenta, ¿cómo puede un estadounidense común retomar el trabajo sin temor a resultar contaminado?
«La Casa Blanca es un contexto enorme, de al menos 500 personas, probablemente muchas más», dijo Larry Kudlow, consejero económico presidencial, a la cadena ABC. «Los que han dado positivo solo son una pequeña porción», insistió, sin precisar un número.
Luego defendió la voluntad presidencial de «reabrir la economía» para hacer frente a las «horribles» cifras de desempleo.
«¿Por qué no confiar en las empresas?», siguió Kudlow. «Ellas saben, de su lado, que la gente debe ser protegida» y, «de otro lado, que es necesario reactivarse lo antes posible para enfrentar el problema económico, la recesión por la pandemia», dijo.
De su lado, el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo a Fox que considera que «hay un riesgo considerable si no se reinicia» la actividad económica.
«Estamos hablando de lo que sería un daño económico permanente para la gente estadounidense, y vamos a reabrir de una forma muy pensada que lleve a la gente de vuelta a sus trabajos de forma segura», dijo.