El gobernador de California, Gavin Newsom, ordenó este jueves el «cierre total» de las playas de un condado que seguían abiertas a pesar de la orden de confinamiento por el coronavirus y que el fin de semana pasado estuvieron abarrotadas de gente.
«Vamos a hacer un cierre total en esa parte del estado, solo en el condado de Orange», dijo a periodistas Newsom.
Orange decidió mantener sus playas abiertas en medio de la pandemia, pidiendo a los usuarios respetar el distanciamiento social.
Pero como están ubicada entre Los Ángeles y San Diego, que sí cerraron sus playas para evitar grandes aglomeraciones, decenas de miles de personas se movilizaron hasta allá el fin de semana pasado, que fue de mucho calor.
Y «saltaron las alarmas», indicó el gobernador. «Gente que no estaba practicando el distanciamiento físico, que pudo volver a su comunidad fuera del condado de Orange sin siquiera saber que contrajeron la enfermedad y pusieron a otras personas en peligro».
«Vamos a hacer una pausa temporal en esas playas, del estado y locales», reiteró. «Podemos reabrir muy rápido, pero tenemos que asegurarnos que lo estamos haciendo bien. ¿Por qué echar atrás los grandes progresos conseguidos?», subrayó.
Uno de los supervisores que gobierna el condado, Don Wagner, dijo que la medida era una «reacción excesiva», que «minará la actitud de cooperación y los esfuerzos colectivos para combatir la enfermedad».
«Los profesionales médicos nos dicen de la importancia del aire fresco y la luz del sol en la lucha contra las enfermedades infecciosas, incluidos beneficios para la salud mental», escribió.
A diferencia de otros estados de Estados Unidos, California implementó rápidamente medidas de contención generalizadas, que ayudaron a evitar la propagación del coronavirus y el desbordamiento de hospitales, claves para evitar muchas muertes, según los expertos.
Hasta la fecha, el estado reporta casi 49,000 casos de COVID-19 y 1.982 muertes, 95 en las últimas 24 horas, alertó Newsom.
La cifra no obstante es relativamente modesta para este estado, el más poblado de Estados Unidos y que fue de los primeros impactados por la crisis sanitaria.