Los presidentes de Guatemala y de República Dominicana, Alejandro Giammattei y Luis Abinader respectivamente, se han mostrado este martes especialmente críticos con el sistema Covax –-el fondo de acceso global a las vacunas contra la COVID-19 impulsado por la Organización Mundial de la Salud (OMS)–, que han tachado de «fracaso».
Así lo manifestaron en su intervención en el conversatorio del Encuentro empresarial Iberoamericano que se celebra en Andorra la Vella (Andorra), en que estuvieron presentes el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el primer ministro portugués, António Costa, y el Jefe de Gobierno andorrano, Xavier Espot; así como la presencia del rey Felipe VI.
Giammattei mostró su enfado con el reparto de vacunas del sistema de la OMS y tildó de irresponsables a «un pequeño grupo de países que tienen todas las vacunas mientras la gran cantidad de países no tiene ninguna».
Aseguró que de los 3 millones de dosis comprometidas con el sistema Covax, Guatemala solo ha recibido 80,000, recordó que han recibido más desde la India y anunció que acaban de comprar fuera del mecanismo Covax vacunas rusas Sputnik: «El sistema Covax es un fracaso».
Apostó por un mundo «más solidario» para afrontar tanto la crisis sanitaria como el cambio climático y a reducir la brecha entre los que tienen más y los que tienen menos para poder doblegar la crisis.
«El fracaso del sistema Covax»
Como el presidente guatemalteco, el dominicano destacó los esfuerzos realizados por el país y la apuesta por la colaboración publicoprivada, recordó que en República Dominicana la pobreza «afecta al 1.9» y aseguró que el objetivo es recuperar los niveles previos a la crisis en un año.
Abinader llamó a la reflexión de todos los países para analizar qué se ha hecho mal y cómo se puede trabajar mejor, y dijo compartir con Giammattei «el fracaso del sistema Covax».
Recordó que desde República Dominicana solicitaron un acuerdo con las patentes de las farmacéuticas para poder producir en el país vacunas y abastecer a otros países, y ha añadido: «Entendemos que los países quieran vacunar a los suyos primeros», pero ha insistido en dar la oportunidad a otros para poder producir vacunas.
Abinader puso el foco en la crisis financiera que augura que vendrá tras la crisis sanitaria producto del aumento de la deuda pública que han generado los países, y pidió a los empresarios ponerse más creativos y a los gobierno evitar «el incremento de impuestos y la contracción del gasto que provoquen problemas sociales».