Con palabras duras pero dirigidas a la población mundial y gobernantes, el Papa Francisco pidió ayer la abolición de la pena de muerte haciendo énfasis en que el mandamiento «no matarás», se aplica por igual para culpables e inocentes.
Llamo a las conciencias de aquellos que gobiernan para que alcance un consenso internacional para abolir la pena de muerte», dijo de con tono enfático el representante de la Iglesia Católica, quien recientemente visitó el país mexicano.
De acuerdo al Sumo Pontífice este debe ser un»un gesto valiente y ejemplar», ya que se debe buscar la suspensión de cualquier ejecución, durante el actual Jubileo de la Misericordia de la Iglesia Católica Apostólica Romana, que termina en noviembre.
La Iglesia Católica, con 1.200 millones de fieles, permitió durante siglos la pena capital en casos extremos, pero su posición comenzó a cambiar bajo el liderazgo del Papa Juan Pablo II, quien falleció en el 2005.
En Guatemala el último caso registrado de fusilamiento se dio en el año 1996, pero se sustituyó esta medida por la inyección letal la cual se aplicó por última vez en el año 2000.
Con Información de Agencias Internacionales.