Francia, uno de los países europeos con la tasa más alta de feminicidios, anunció el lunes nuevas medidas para combatir la violencia de género, con las que busca provocar un «electrochoque» para intentar poner fin a este flagelo.
Desde hace varios años la violencia machista no cede en Francia: una mujer es asesinada cada tres días en promedio.
Desde inicios de 2019, al menos 117 mujeres han muerto a manos de su pareja o expareja. A este ritmo, el balance de 2019 podría superar el de 2018, año en el que se contabilizaron 121 feminicidios.
Asimismo, cada año, 213.000 mujeres son víctimas de violencia física y/o sexual por parte de su pareja o expareja, según las últimas cifras oficiales.
Francia figura entre los países europeos con mayor índice de feminicidios, según cifras de Eurostat de 2017. Más que Suiza (0.13 por cada 100,000 mujeres), Italia (0.11) y España (0.12) pero menos que Alemania (0.23).
Prueba de la urgencia, el primer ministro Edouard Philippe hizo el lunes una serie de anuncios tras una gran concertación de más de dos meses y con motivo del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, impulsado por la ONU.
Las medidas, que Philippe espera provoquen un «electrochoque», buscan ampliar el concepto de violencia de género.
Se creará, por ejemplo, una nueva circunstancia agravante para los autores de actos violentos que condujeron al suicidio o a un intento de suicidio de sus víctimas, y se incluirá en la ley la noción de «control psicológico».
Asimismo, las reglas que rigen la confidencialidad médica cambiarán para facilitar que los médicos señalen a las autoridades cuando la vida de una persona está en riesgo.
Centros para hombres
Philippe anunció también que lanzará una convocatoria para la creación de dos centros en cada región para los hombres que cometan actos de violencia doméstica, con el fin de reducir la reincidencia.
Estas estructuras, que acogerán a entre 35 y 40 hombres al año, serán financiadas al 50% por el Estado. En ellas se les brindará atención psicológica, con la que se espera «sensibilizar a muchos de estos hombres» sobre este problema.
Los anuncios de Philippe buscan poner fin a lo que él describió como «aspectos disfuncionales» y «absurdos» en la ley para asegurar que las mujeres estuvieran mejor protegidas.
Varias de estas medidas serán incluidas en un nuevo proyecto de ley que los legisladores del partido presidencial presentarán al parlamento francés en enero.
El gobierno destinará 360 millones de euros anuales a la lucha contra la violencia contra las mujeres.
Estos anuncios se producen después de que decenas de miles de personas marcharan en toda Francia el sábado para exigir el fin de la violencia de género y exigir mayores recursos para atender este flagelo.
Hace dos semanas, Sylvia, de 40 años, murió apuñalada por su esposo, del que se quería divorciar. Al día siguiente, Karine, murió en las mismas circunstancias en manos de su expareja. Lo mismo le sucedió el día después a Aminata, asesinada por su pareja frente a sus dos hijos.
Según psiquiatras, testigos y autoridades entrevistados por la AFP, los escenarios se repiten, e implican en todos los entornos sociales y grupos de edad a hombres impulsivos, depresivos o manipuladores, por una parte, y a mujeres maltratadas, bajo control psicológico, que no quieren dejar a sus hijos, del otro lado.
La separación sigue siendo la principal causa que conlleva al feminicidio (en al menos el 23,5% de los casos), seguida de las peleas (16,5%) y los celos (14%).
Los anuncios fueron acogidos fríamente por las activistas feministas. «El gobierno pierde una oportunidad», comentó Caroline De Haas, del colectivo #NousToutes (Todas nosotras), quien lamentó que el presupuesto asignado por el gobierno a esta causa es insuficiente.