- El cohete más grande, más caro y más potente que jamás ha ido al espacio pretende marcar un antes y un después en la industria aeroespacial.
CABO CAÑAVERAL, FLORIDA, EEUU — Después de cuatro aplazamientos por cuestiones de seguridad e inclemencias del tiempo, finalmente la misión Artemis -sin tripulantes- despegó este miércoles de madrugada desde el Centro Espacial Kennedy en Cabo Cañaveral, Florida.
Aunque estaba previsto que el cohete despegara a la 1:04 am (hora local), el lanzamiento se retrasó hasta la 1:47 am debido a unas fallas técnicas que los ingenieros de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio de Estados Unidos (NASA) tuvieron que resolver durante las dos horas de espacio aéreo abiertas para poder realizar el despegue.
Finalmente llegaron las palabras que dieron luz verde a la salida de Artemis: “Sin restricciones para el lanzamiento”. En ese momento, se iniciaba la cuenta regresiva de 10 minutos, el tiempo que marca el protocolo para que el cohete pueda partir desde la plataforma de Cabo Cañaveral rumbo a la Luna.
“El equipo está listo. Todos muy contentos de que ya estamos a punto de cumplir esta meta tan grande”, dijo en declaraciones a la Voz de América, Rosa Ávalos-Warren, gerente de misión en la agencia federal.
Los ingenieros de la NASA aseguran que este proyecto supondrá un antes y un después en la historia aeroespacial. Es el cohete más caro, más grande y más potente que jamás ha ido al espacio. El cohete SLS tiene una altura de 98 metros, lo que equivale a un edificio de más de 30 pisos, y pesa más de 84 toneladas.
La nave Orion también es más grande que la que fue al satélite hace 50 años con la misión Apollo. En esta ocasión, podrán viajar hasta cuatro personas. Es un hito porque no solo se pretende volver a la Luna, sino lo que se quiere explorar es la capacidad que tiene el satélite para que, en un futuro, la Luna pueda convertirse en una especie de estación de servicio permanente para los viajes que se hagan a Marte.
Por eso, en esta primera misión de Artemis 1, como se le conoce oficialmente, el cohete orbitará alrededor de la Luna. Además, está previsto que la cápsula Orion viaje aún más lejos que en los años 70, llegando a 64.000 kilómetros de la cara más lejana de la Luna.
“Entonces la idea es ir, tener presencia permanente y aprovechar el know-how que ya tenemos de la Estación Espacial, llevarlo a la Luna y con eso ser un trampolín para llegar a Marte”, explica Manuel Mazzanti, experto espacial.
Este primer viaje es una prueba de vuelo sin tripulación y tiene como objetivo analizar la situación del terreno para luego, en unos dos o tres años, poder enviar de nuevo seres humanos al satélite.
Aunque no habrá seres humanos a bordo, en el interior de este gigantesco cohete van 55 kilos de artículos utilizados por los astronautas del Apolo 11 y tres maniquíes, uno de ellos como homenaje al ingeniero mexicano Arturo Campos, quién jugó un papel clave a la hora de rescatar a los astronautas de la fallida misión de Apolo 13.
“La gran diferencia con Apollo es que en vez de ir y estar unas horas en la superficie y volver. Acá estamos hablando de ir de una forma sustentable y sostenida en el tiempo”, agregaba Mazzanti.
Se estima que no será hasta, por lo menos en 2024, cuando un ser humano regrese a la Luna. Y se volverá a hacer historia. Porque se enviará a la primera mujer y a la primera persona de minoría étnica.