Washington, Estados Unidos | AFP |
por Alina DIESTE
El Congreso de Estados Unidos aprobó el lunes fondos provisionales para el Estado, poniendo fin a la crisis prespuestaria que paralizó por tres días al gobierno federal, un logro que el presidente Donald Trump celebró en tono triunfalista.
La medida, que prevé financiamiento hasta el 8 de febrero, se aprobó con una votación de 266 a 150 en la Cámara de Representantes, tras adoptarse previamente por 80 contra 18 votos en el Senado.
Los republicanos controlan el Congreso y la Casa Blanca, pero el proyecto necesitaba una mayoría calificada para ser aprobado. Y el espinoso tema de la inmigración marcó el debate.
Tras intensas negociaciones, la oposición demócrata apoyó la iniciativa a cambio del compromiso de los republicanos de regularizar a cientos de miles de «dreamers» (soñadores), como se conoce a los inmigrantes indocumentados llegados de niños al país.
«Me complace que los demócratas en el Congreso hayan recuperado la razón», dijo Trump en una escueta declaración, tras conocerse el acuerdo que abría la vía para que que cientos de miles de funcionarios retomaran sus tareas.
Trump debía promulgar la ley más tarde el lunes, permitiendo que el gobierno regrese a su operativa normal el martes.
Wall Street cerró el lunes con sus principales índices en récord, con el mercado aliviado al conocer el acuerdo bipartidista.
El «shutdown» (cierre) parcial del gobierno opacó sin embargo los festejos del primer aniversario de la toma de posesión de Trump el sábado, y amenazó la participación del presidente en el foro económico de Davos (Suiza), que finalmente fue confirmada por la Casa Blanca.
Desafiante, Trump puso en duda su apoyo a una reforma migratoria, el gran meollo del debate.
«Como siempre he dicho, una vez que el gobierno sea financiado, mi administración trabajará para resolver el muy injusto problema de la inmigración ilegal. Haremos un acuerdo a largo plazo sobre inmigración si, y solo si, es bueno para nuestro país», señaló.
Trump exige fondos para levantar un muro en la frontera con México, una promesa electoral que los demócratas no respaldan.
– «Triste y frustrante» –
«Tendremos otra votación en tres semanas», dijo a AFP Molly Reynolds, experta en gobernabilidad del Instituto Brookings. Y si no se avanza en el tema de la inmigración, «creo que los demócratas todavía tienen la capacidad de forzar otro ‘shutdown'».
Entre los demócratas que votaron contra el acuerdo, hay varios potenciales candidatos presidenciales para 2020, como Kamala Harris, Bernie Sanders, Kirsten Gillibrand y Elizabeth Warren.
El líder de la minoría demócrata del Senado, Chuck Schumer, recordó al líder de la mayoría republicana, Mitch McConnell, su promesa de legislar para atender la situación de unos 700.000 «dreamers» en riesgo de deportación con el fin del programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, en inglés).
«Si no lo hace, y por supuesto espero que lo haga, habrá violado la confianza no solo de los senadores demócratas, sino también de los miembros de su propio partido», dijo Schumer.
El DACA, creado por el expresidente Barack Obama en 2012, expira el próximo 5 de marzo, pero más de 15.000 dreamers ya perdieron su estatus desde que Trump lo derogó en septiembre pasado.
«Estamos en un limbo», dijo a AFP María Angélica Ramírez, una «dreamer» que llegó de Colombia con 14 años y ahora teme tener que separarse de su marido y su hijo.
«Es triste y es frustrante ver cómo los políticos nos están usando como peones, para ganar lo que ellos quieren ganar», apuntó mientras protestaba en Miami frente a la oficina del senador republicano Marco Rubio.
– Trump «al margen –
Cientos de miles de empleados federales debieron quedarse en sus casas el lunes ante la incapacidad del Congreso de lograr durante el fin de semana un acuerdo presupuestario, en «shutdown» desde el sábado a las 00H00.
La parálisis no afectó servicios esenciales del gobierno. Pero se notó la baja de actividad, con el metro y las principales avenidas más vacías que de costumbre.
En Twitter, Trump acusó a los demócratas de cerrar el gobierno para lograr concesiones en materia de inmigración, al servicio de «su base de extrema izquierda», aludiendo a la «impotencia» de Schumer para evitar el cierre.
Pero Schumer replicó: «El gran presidente negociador se mantuvo al margen».
Desde que entró el vigor el cierre, la Casa Blanca afirmó que no contemplaba negociar sobre inmigración hasta que no se votara el financiamiento provisional.
La Estatua de la Libertad, símbolo de la inmigración, estuvo cerrada a los turistas desde el sábado por la mañana pero reabrió el lunes con fondos estatales.
Este es el cuarto «shutdown» del gobierno federal desde 1990. El último se remonta a 2013, durante el segundo mandato de Obama, y duró 16 días, afectando a unos 800.000 funcionarios.