El Juzgado Segundo Penal resolvió este martes cerrar el proceso penal en contra de los implicados en la fiesta clandestina que indignó a los guatemaltecos en un condominio comercial en carretera a El Salvador el pasado 12 de junio.
La judicatura otorgó un criterio de oportunidad, esto luego de que los nueve implicados aceptaran su responsabilidad en los hechos que se les atribuían.
Los señalados reconocieron que tuvieron participación en la actividad que se llevó a cabo de forma clandestina, desobedeciendo las normas sanitarias establecidas para evitar la propagación del Covid-19.
Ahora, los acusados deberán realizar donaciones a organizaciones sociales o cuerpos de socorro y deberán realizar una disculpa pública.
El caso
La noche del pasado viernes 12 de junio, un grupo de jóvenes llevó a cabo una actividad en la mueblería O3
Varios de los asistentes compartieron en redes sociales fotos y videos de lo que ocurría en ese evento, generando así indignación entre los guatemaltecos debido a que no se respetaron las medidas impuestas por las autoridades en el marco de la pandemia.
El Gobierno había prohibido las reuniones de cualquier tipo para reducir el riesgo de contagio del coronavirus.
Tampoco estaba permitido el expendio y consumo de bebidas alcohólicas y fermentadas durante el toque de queda, especialmente, a personas menores de edad.
Ante ello, el Juzgado de Asuntos Municipales de Santa Catarina Pinula impuso una multa de Q500 mil a dueños del negocio, así como el cierre de la empresa.