El grupo ítalo estadounidense Fiat Chrysler está en la mira de una corporación china que quiere comprarlo y colocarse en lo más alto de la industria del automóvil de Estados Unidos, dijeron analistas.
El mes pasado, un no identificado fabricante chino de autos hizo por lo menos una oferta para adquirir Fiat Chrysler a un precio supuestamente superior al de valor de mercado, dijo esta semana la publicación Automotive News.
Fiat Chrysler rehusó contestar preguntas de AFP pero su acción aumentó casi 10% cuando se divulgó esa noticia.
«No sería una fusión. Sería directamente una venta», dijo Joseph Phillippi, presidente de la firma Auto Trends Consulting.
Añadió que Fiat Chrysler fabrica las marcas Jeep y Ram que no solo son populares en Estados Unidos como también en China y en todas partes.
«FCA (Fiat Chrysler) podría acceder a pequeños autos que serían hechos en China pero sería bastante interesante hacerlos con la ayuda de FCA en el diseño», añadió.
Fiat Chrysler no sería el primer fabricante de autos que pasa a control chino.
Volvo, de Suecia, fue comprada por el grupo Geely en 2010 y desde entonces sus ventas aumentaron y le aseguraron el 20% del enorme mercado de China.
El gigante estadounidense General Motors (GM) vende más autos en China que en su propio país. En julio GM vendió 287.500 unidades en China contra 226.100 en Estados Unidos.
Por su parte, en el primer semestre del año Fiat Chrysler vendió en China 110.000 autos fabricados allí. Las demanda fue especialmente animada por los Jeeps ensamblados en una sociedad con el grupo chino GAC.
– Ferrari y Chrysler –
Antes de su bancarrota y venta en 2009 a Fiat, Chrysler era uno de los pioneros de la industria estadounidense en China. Su primera planta data de comienzos de los 80.
Sin embargo fue superada por GM y Ford, que ahora importa a Estados Unidos Buicks producidos en China.
Los fabricantes chinos de autos tampoco son extraños en Detroit, la capital estadounidense del automóvil.
Shanghai Automotive Industry Corp, un gran fabricante chino y socio de GM tiene una considerable presencia corporativa en esa ciudad.
Fabricantes chinos de autopartes, como YFS Automotive Systems, que fabrica tanques de combustible, planea montar una fábrica en el área de Detroit.
Con menguantes ventas de autos en Estados Unidos, una adquisición china sería una tabla de salvación para Fiat Chrysler; especialmente para sus marcas Chrysler, Dodge y Fiat y además la dotaría de recursos para investigación y desarrollo.
La empresa, que es controlada por la familia italiana Agnelli, vende actualmente unos 4,5 millones de autos en todo el mundo con sus marcas Fiat, Chrysler, Jeep, Dodge, RAM, Alfa Romeo y Maserati.
Sergio Marchionne, su presidente, le dio la independencia a Ferrari en 2015 y podría hacer lo mismo con Alfa Romeo y Maserati.
Poner a Fiat, Dodge, Chrysler, Jeep y Ram bajo control chino encajaría con esa estrategia corporativa.
El diario italiano Corriere della Sera dijo hace poco que los chinos «ya han mostrado que, (por ahora) no son invasores y que pueden respetar la historia, cultura y recursos humanos de las empresas que adquieren».
Sin embargo un obstáculo podría ser el presidente de Estados Unidos Donald Trump, quien está furioso por el déficit comercial de su país con China y podría buscar formas para impedir que empresas del gigante asiático se hagan de marcas emblemáticas de su país.