Graves insultos y exigencias para manejar el Consejo de Desarrollo Departamental a su antojo sufrió ayer la gobernadora de Alta Verapaz, Estela Ventura, por parte de la bancada de diputados del partido oficial Frente de Convergencia Nacional (FCN) que llegaron al extremo de ofender su condición de mujer indígena, denunciaron allegados a la funcionaria.
Se trata de la segunda vez que la gobernadora es citada al palacio legislativo y se advertía de que se trataba de una emboscada para presionarla y exigirle para que nombre a personas del partido oficial en los principales cargos financiero y administrativo de la gubernatura, indicó a Crónica uno de los asesores de Ventura.
El problema de fondo es que quieren manejar a su antojo los 106 millones de quetzales que le corresponden al Consejo De Desarrollo Departamental de Alta Verapaz, por lo que además de los principales direcciones, jefaturas y coordinaciones así como al menos 40 plazas para poner a la gente del gobierno, señaló la fuente, al advertir que esos legisladores están cayendo en las mismas prácticas de corrupción que ellos mismos denunciaron.
Indicaron que la gobernadora también está siendo presionada para que la obras públicas que impulse el departamento sean adjudicadas a empresarios que financiaron la campaña electoral del presidente Jimmy Morales.
A la reunión, de acuerdo con versiones de prensa, solo permitieron el ingreso de la gobernadora y sus demás colaboradores fueron impedidos de participar y el interior la insultaron al grado de ofenderla en su dignidad por lo que salió llorando.
Por su lado, el diputado Manuel Giordano de FCN y conocido por ser el más tránsfuga del legislativo, negó ante reporteros que se hubiera presionado a la gobernadora y confirmó que en la cita participaron todos los miembros de la bancada, convocada para “fiscalizar”, la obra de la gobernadora.
Sin embargo, Javier Hernández, jefe de la bancada oficial, negó haber participado en la citación. “Estaba en la oficina, pero en otra reunión”, dijo, mientras que el vocero presidencial, Heinz Heimman, afirmó que no tenía conocimiento alguno y llamó a denunciar todos los abusos.