Más de medio millón de personas en Guatemala, El Salvador y Honduras ha visto seriamente afectada su seguridad alimentaria debido a los eventos climáticos extremos y el cambio climático, por lo que FAO ha solicitado movilizar 37.7 millones de dólares para darles ayuda “inmediata”.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) dijo este jueves que los fondos, necesarios para el período 2021-2022, serán destinados a planes de respuesta humanitaria en los tres países, que buscan restaurar rápidamente los medios de vida basados en la agricultura de los hogares afectados.
La idea es hacerlos más resilientes y mejorar de manera sostenible su seguridad alimentaria y su capacidad de afrontar futuras crisis, con énfasis especial en comunidades indígenas, mujeres, niñas, niños y adolescentes, desplazados internos y personas con discapacidad.
Caso Guatemala
En Guatemala, el componente de FAO del Plan de Respuesta Humanitaria beneficiaría a 286 mil personas, y requiere más de US$1.5 millones para el 2021, y casi US$15 millones para el 2022.
El ente de Naciones Unidas señaló que durante la última década, Guatemala enfrentó un aumento considerable en la ocurrencia y la magnitud de desastres y crisis humanitarias.
En este país de más de 16 millones de habitantes, la inseguridad alimentaria no solo afecta a los hogares vulnerables en el Corredor Seco, sino también familias pobres en la sierra centro-occidental, particularmente a las comunidades indígenas dedicadas a la subsistencia agricultura y a los jornaleros.
“A esto se suman, que los flujos migratorios también están desencadenando un aumento de las necesidades humanitarias, tanto dentro del país como a lo largo del corredor migratorio Guatemala-México y en la frontera sur de los Estados Unidos de América”, afirmó FAO.
Lugares críticos de hambre
Un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA) destaca cinco “lugares críticos” de hambre en América Latina y el Caribe, y pide acciones para ayudar a millones de personas que enfrentan inseguridad alimentaria aguda.
Según el informe trimestral Hunger Hotspots de la FAO y el PMA, en Centroamérica, Guatemala, Honduras y Nicaragua enfrentan dificultades debido a una posible reducción en sus cosechas y los efectos socioeconómicos de la pandemia de COVID-19. Por su parte, Colombia está siendo afectada por disturbios sociales y una recesión económica, mientras que Haití ha sido golpeado por la crisis económica, la sequía, el malestar sociopolítico y el aumento de la inseguridad relacionada con la delincuencia.
Principales impulsores de la inseguridad alimentaria en Guatemala, Honduras y Nicaragua
Se espera que la situación de seguridad alimentaria en Guatemala, Honduras y Nicaragua continúe empeorando –especialmente en el Corredor Seco– debido a lluvias por debajo del promedio que podrían afectar los cultivos, y por los efectos socioeconómicos del COVID-19.
La alta inseguridad alimentaria aguda podría afectar a 3,5 millones de personas en Guatemala y a 3,3 millones en Honduras, mientras que en Nicaragua alrededor de 300 000 personas tienen un consumo de alimentos insuficiente y es probable que su seguridad alimentaria empeore en los próximos meses.
El informe sugiere acciones anticipatorias para mitigar el déficit de lluvias durante la temporada agrícola Primera, y solicita apoyo para los agricultores y ganaderos más vulnerables, incluyendo la distribución de insumos y herramientas para el cultivo de variedades de ciclo corto, huertos de traspatio y apoyo a la salud animal para reducir la mortalidad y la morbilidad provocadas por la sequía.
También aconseja a los países que brinden respuestas de emergencia y apoyo para la recuperación de los medios de vida a los pequeños agricultores y pescadores afectados por huracanes en las áreas más impactadas de Guatemala, Honduras y Nicaragua.