París, Francia
Facebook anunció el miércoles que restringirá el uso de su plataforma de transmisión de videos en vivo, mientras la primera ministra neozelandesa, Jacinda Ardern, y el presidente francés, Emmanuel Macron, se preparan para lanzar una iniciativa mundial contra los contenidos violentos en Internet.
La red social anunció este miércoles la restricción del uso de su plataforma Live, de videos en vivo, que utilizó un hombre que mató en marzo a 51 personas en un doble atentado contra mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda.
Facebook fue muy criticada por haberse demorado en interrumpir ese video, cuyas imágenes se propagaron rápidamente por internet.
A partir de ahora los usuarios que violen las reglas de uso de la red social, en particular aquellas que prohíben a «organizaciones e individuos peligrosos», serán suspendidos temporalmente de Facebook desde la primera infracción.
Se trata de un «buen primer paso», declaró Arden, quien se encuentra en París para lanzar junto a Macron una movilización internacional contra los contenidos violentos en internet.
«El terrorista del 15 de marzo dejó en evidencia la forma en que la transmisión en directo de imágenes puede ser mal utilizada para propagar odio. Facebook dio un primer paso tangible para impedir que ese acto se repita en su plataforma», dijo la primera ministra neozelandesa.
‘Una respuesta mundial’
En la reunión, que comenzará con un karanga, un canto tradicional maorí, para expresar el dolor del pueblo neozelandés tras la masacre de Christchurch, participarán también la primera ministra británica Theresa May, su homólogo canadiense Justin Trudeau, el presidente senegalés Macky Sall y el rey Abdalá II de Jordania.
Para Ardern, la masacre de Christchurch fue «pensada para hacerse viral» en las redes sociales. «Facebook, que se utilizó como plataforma para difundir el ataque en directo, intentó suprimir el video. Lo eliminó 1.5 millones de veces. Durante las primeras 24 horas, lo volvían a colgar en YouTube una vez por segundo», dijo en una entrevista con el diario francés Le Monde.
Frente a un fenómeno de este tipo, «no podemos actuar solos» a escala de un país. «Debemos aportar una respuesta mundial», urgió.
Junto a Macron, que ha estado también muy implicado en este tema, lanzarán un llamado cuyo «objetivo es fijar ejes de trabajo para el futuro» sobre todo en cuanto a la «reactividad» y la «colaboración» entre los diferentes actores y plataformas, los Estados y las sociedades civiles, indicó la presidencia francesa.
En el menú del G7
Este llamamiento será lanzado coincidiendo con la segunda cumbre Tech for Good iniciada en Francia en 2018 para debatir sobre cómo las nuevas tecnologías pueden contribuir al bien común, como la educación o la salud. Macron invitó a una cena a unas 180 personalidades del mundo digital, como Jack Ma (Alibaba, el Amazon chino), Ken Hu (Huawei), Dara Khosroshahi (Uber), Jimmy Wales (Wikipedia) o Eric Leandri (Qwant).
Mark Zuckerberg, el cofundador y consejero delegado de Facebook, no estará presente. Pero ya se reunió con Macron la semana pasada en París para hablar sobre cómo luchar contra los contenidos violentos en línea.
A contracorriente de otros grandes directivos de Silicon Valley, Zuckerberg se ha posicionado a favor de una regulación internacional de los gobiernos en internet.
Francia por su parte está preparando una ley que obligue a eliminar en las redes sociales contenidos denunciados en un plazo de 24 horas, bajo pena de multa. París espera promover esta legislación a nivel europeo.
Macron quiere «hacer de Francia el país que regule» la nueva economía, para «reconciliar la tecnología con el bien común».
Con este objetivo en mente, el secretario de Estado francés encargado del sector digital, Cédric O, se reunirá este miércoles con sus homólogos del G7 para trabajar en una carta sobre los contenidos de odio en Internet.
Francia espera que la carta esté lista para la cumbre del G7 de agosto en Biarritz (suroeste).