La ciudad de Ipswich, en Suffolk (este de Inglaterra), celebra a Ed Sheeran, un muchacho del lugar que se volvió estrella de pop, en una exposición que muestra el fulgurante recorrido del cantante británico de 28 años.
A los 14 años, Ed Sheeran dio su primer concierto, en Framlingham, a unos 100 km al norte de Londres, ante unas treinta personas.
Catorce años más tarde, regresa a la región con cuatro conciertos esta semana en Ipswich, capital de Suffolk, cerrando una gira internacional de dos años en la cual se presentó ante cerca de 9 millones de personas.
A unos días de su regreso a su tierra, una exposición denominada «Made in Suffolk», muestra desde el martes el recorrido del compositor e intérprete del éxito mundial «Shape of You» (2017) cuya fortuna se calcula en 160 millones de libras (175 millones de euros, 193 millones de dólares).
Y se muestra su determinación de lograr éxito en la música y el apoyo sin falla de sus padres, que vendían productos derivados en sus conciertos.
En un video que reúne imágenes desde sus primeros meses a su edad adulta, se ve al joven pelirrojo de rostro algo regordete tocar piano, batería y por supuesto guitarra, siempre con un sonrisa en los labios.
Ed íntimo
En el colegio, Edward Christopher Sheeran participó en el coro e interpretó violonchelo en la orquesta de su escuela en Framlingham, animando también las veladas nocturnas de sus compañeros. Interpretó en la calle con el estuche de la guitarra en el suelo para recoger algunas monedas, como lo muestra una foto tomada en Galway, en Irlanda. Solo tenía 13 años.
Ian Johnson, que descubrió a Ed Sheeran cuando tenía 16 años y lo ayudó a empezar a tener éxito, se acuerda de haber quedado «muy impresionado por su fácil comunicación con el público» a esa edad, dijo a la AFP.
Su carrera despegó desde su primer álbum, «+», que salió en 2011. Siguen una serie de éxitos (Don’t, Thinking Out Loud, Castle On The Hill) y recompensas entre ellas cuatro premios Grammy.
La exposición presenta al mismo tiempo a la estrella, inmortalizada por el fotógrafo Mark Surridge encendiendo a la muchedumbre en conciertos en Alemania, Australia o Estados Unidos, y también el lado privado del cantante, con recuerdos familiares incluidos.
Se expone una escultura de bronce que representa a Ed y a su hermano, cuando niños, abrazándose, así como varios dibujos entre ellos un autorretrato inspirado por Andy Warhol, en color naranja y negro, sus colores preferidos.
Una serie de retratos hechos por el pintor Colin Davidson, para el que posó la reina Isabel II, muestran a un «Ed más íntimo, el Ed que se puede ver cuando él no se da cuenta de que hay alguien más en la habitación», dice el pintor a la AFP.
«Me gusta pensar que ese es el estado en que se encuentra cuando crea o escribe sus canciones», agrega.
Un tipo sencillo
Entre las piezas principales de esta exposición gratuita y organizada hasta la primavera de 2020 figuran dos de sus guitarras, una de ellas llamada «Cyril» y con la cual interpretó más de 300 conciertos en 2009. También está expuesta una marioneta con su efigie, utilizada en el clip de la canción «Sing».
En Ipswich, la superestrella es un héroe. En el centro de la ciudad, el pub The Swan vende tarjetas postales y otros productos derivados y conserva inclusive un recipiente en plexiglas y un botella de ketchup «por si Ed viene», pues a la estrella le encanta.
Para el cantante Barny Holmes, que andaba con él hace diez años haciendo pilatunas, el éxito de Ed Sheeran se explica en parte porque «todo el mundo puede indentificarse» con este joven «sencillo», dice a la AFP, tras un concierto en el pub.
«No esperábamos que ese tipo adorable tuviera tanta presencia y fuera tan talentoso. Creo que es por eso que inspira a tanta gente, es +el efecto Ed Sheeran+», destacó.