Desde la reapertura de las fronteras guatemaltecas, el 18 de septiembre, el Aeropuerto Internacional La Aurora ha reportado más de 6 mil 400 ingresos, mientras que por las puertas terrestres se calcula que alrededor de 20 mil personas han entrado.
Miguel Garcés, especialista en Salud Pública y Karin Slowing, exsecretaria de Planificación de la Presidencia y encargada de análisis en la organización Laboratorio de Datos, alertan sobre posible falsificación de pruebas COVID 19 para entrar al país.
Como parte de los protocolos de reapertura, el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y el Instituto Guatemalteco de Migración (IGM) solicitan la constancia de PCR (siglas en inglés de “Reacción en Cadena de la Polimersa”), pruebas de diagnóstico que se llevan utilizando durante años en diferentes crisis de salud pública relacionadas con enfermedades infecciosas, la cual haya dado resultado negativo en las últimas 72 horas.
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Controles débiles
Garcés y Slowing manifestaron su preocupación por la apertura del país y el posible ingreso de personas contagiadas de Covid-19, debió a que los controles en las fronteras solamente revisan que la documentación coincida con los datos del portador, así como la autorización del laboratorio donde se practico la prueba, pero dejan de lado la autenticidad del examen.
Según se conoce, estas disposiciones fueron las propuestas del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social (MSPAS) y autoridades del Aeropuerto Internacional La Aurora.
Para Garcés conseguir certificaciones falsas no es tarea difícil, ya que pueden comprarse sin que la persona haya sido examinada.
Slowing asegura que hay problemas para verificar la autenticidad de las constancias de PCR, por lo que sugieren practicar hisopados en las fronteras.
“Lo más fácil era hacer las pruebas, montar un centro de testeo en las fronteras, pero seguimos viendo un trato desigual. ¿Por qué en el aeropuerto sí lo hacen y a las personas que ingresan por las fronteras terrestres no?”, cuestiona.
El especialista, además, considera que es necesario aplicar pruebas PCR a la población y no utilizar las de antígenos porque tienen un alto porcentaje de dar resultados falsos negativos, por lo que, aunque la persona sea portadora del virus el test puede salir negativo.