El uso de una mascarilla común o una mascarilla médica no implica riesgos para la salud, según subrayan numerosos expertos. Al contrario, afirma el médico otorrinolaringólogo Bernhard Junge Hülsing, porque bajo la mascarilla el aire que se respira se mantiene más caliente.
«En principio, se suele cuidar las membranas mucosas para protegerlas de la desecación por el aire frío o el de la calefacción».
El especialista señala que el uso de la mascarilla se asemeja al principio de la cámara húmeda que se utiliza para las mucosas nasales secas o problemas de hemorragias nasales. «Entonces se recomienda cerrar la fosa nasal con un tapón, por ejemplo. Esto permite que la mucosa se recupere», explica.
Sin temor a una reinfección
El médico considera en tanto que es infundada la preocupación de que la persona que usa mascarilla sea más susceptible de reinfectarse porque sigue inhalando gérmenes a través de la barrera que protege la boca.
«No se deben temer reinfecciones», asegura el otorrinolaringólogo. Esto rige tanto para los protectores médicos como para las mascarillas de uso diario confeccionadas con telas de algodón.
El Seguro Social de Accidentes Alemán (DGUV) tampoco observa eventuales riesgos por el uso de mascarillas.
En la actualidad, no se dispone de información de asociaciones profesionales ni de fondos de seguros de accidentes acerca de que el uso de mascarillas hechas de tejido textil dificulte la respiración hasta un punto que sea «peligroso para la salud».
Ningún peligro para niños y jóvenes
Respecto a los más jóvenes, la Asociación de Pediatras señala que las mascarillas quirúrgicas o de uso diario pueden resultar algo incómodas para los niños.
La entidad indica, sin embargo, que estas no restringen la respiración ni conducen a un suministro restringido de oxígeno o incluso a una «acumulación peligrosa» de dióxido de carbono.
La asociación profesional no plantea objeciones al uso de mascarillas en el caso de niños a partir de los diez años. Según dice, los niños pueden usarlas a partir de los seis años, pero se las pueden quitar en cualquier momento.
Varios expertos consideraron sin embargo un problema el uso durante muchas horas seguidas de mascarillas, como por ejemplo en el trabajo o la escuela.
A nivel sanitario no hay riesgos. «Los cirujanos realizan operaciones de doce horas con mascarillas quirúrgicas y llegan a viejo» sin problemas por ello, afirma el médico Junge Hülsing.
El otorrinolaringólogo sostiene que el hecho de que respirar a través de la mascarilla en algún momento parezca incómodo y difícil se debe principalmente a razones psicológicas, y ocurre sobre todo cuando se tiene que hablar mucho o se hace un esfuerzo físico.
Respirar con tranquilidad y realizar pausas sin mascarilla
El especialista brinda dos consejos. El primero es que si en algún momento parece difícil respirar, se debe inhalar de forma suave y controlada y no aspirar aire de forma desesperada. El segundo, realizar pausas sin mascarillas.
En las escuelas, Junge Hülsing recomienda reducir la duración de la hora de clases de 45 a 40 minutos para poder ventilar durante más tiempo las aulas en los cortos descansos.
Según el médico, las ventanas deberían permanecer abiertas entre ocho y diez minutos, un tiempo que los alumnos pueden aprovechar para salir al patio de la escuela y, con distancia social, quitarse unos minutos las mascarillas.
En tanto, la DGUV tiene recomendaciones para los trabajadores. Por ejemplo, en el caso de «trabajos físicos moderadamente pesados», la mascarilla debería usarse durante un máximo de dos horas seguidas para luego retirarla durante media hora.
El DGUV aclara que esto no significa una pausa, sino un período de recuperación sin mascarilla. Para labores menos pesadas, la entidad considera aceptable el uso ininterrumpido de mascarilla de hasta tres horas.