«Acepto la extradición que el gobierno de la administración actual (de México ha pedido), un gobierno fallido por cierto», afirmó el político durante su intervención en un tribunal capitalino, al cual llegó con una camisa blanca con rayas negras, sonriente y con barba.
Duarte acusó al gobierno del presidente Enrique Peña Nieto de persecución en su contra, a pesar que el exgobernador fue miembro del oficialista Partido Revolucionario Institucional (PRI), del que fue expulsado el año pasado.
Aunque Duarte aceptó la extradición, la medida no se ejecutará de forma inmediata debido a que aún está pendiente la resolución de otra solicitud formal de extradición, la cual deberá resolver el Tribunal Quinto de Sentencia.
Dicha solicitud, que será resuelta en una nueva audiencia el próximo 4 de julio, está referida a delitos de orden federal, específicamente delincuencia organizada y lavado de dinero, precisó el fiscal de asuntos internacionales de México, Alberto Elías.
«Estamos calculando que pudiera ser alrededor de una semana cuando se pudiera hacer la entrega (a autoridades mexicanas) del señor Duarte, siempre y cuando se allane en la audiencia del 4 de julio», dijo Elías en una entrevista con la televisora mexicana Milenio Noticias.
Duarte, de 43 años, es reclamado tanto por la justicia federal de México como por la del estado de Veracruz. Los delitos reclamados por el gobierno local son incumplimiento de deberes, peculado, abuso de autoridad y tráfico de influencias.
El mexicano fue detenido el pasado 16 de abril cuando se encontraba en un hotel del turístico municipio guatemalteco de Panajachel, a orillas del Lago Atitlán.
Durante la gestión de Duarte como gobernador (2010-2016), Veracruz (este) se convirtió en uno de los estados más violentos de México, con 21 comunicadores asesinados, además de varios casos de desaparición forzada.
Duarte renunció a su cargo en octubre del año pasado un mes y medio antes de terminar su mandato.
El exgobernador se encuentra recluido en el cuartel militar Matamoros de la capital, en un área que fue modificada para servir como prisión para reos considerados de alto impacto.
Al concluir el proceso legal, según la Ley Reguladora del Procedimiento de Extradición, Duarte queda a disposición del Ministerio de Relaciones Exteriores para su entrega.
La justicia mexicana también está a la expectativa de la extradición de otros dos exgobernadores estatales del PRI acusados de diversos delitos: el exmandatario de Tamaulipas, Tomás Yarrington, detenido en abril en Italia, y el de Quintana Roo, Roberto Borge, arrestado en Panamá a inicios de junio.