Nueva York, Estados Unidos | AFP |
por Luc OLINGA
General Motors (GM) sufrió en 2016 su decimosexta pérdida anual consecutiva en Europa y esos resultados vuelven a poner en duda su presencia en el Viejo Continente.
El mayor fabricante estadounidense de autos redujo 2,7% su beneficio anual de 2016 a 9.430 millones de dólares con una pérdida de 257 millones por sus actividades europeas.
Este resultado se debió a una cargo casi 300 millones de dólares vinculada a la ruptura de Gran Bretaña con la Unión Europea (Brexit) y a la subsiguiente depreciación de la libra esterlina, dijo GM en el anuncio de sus resultados.
El Reino Unido es el mayor mercado para los modelos Insignia y Corsa que son comercializados por Opel, filial europea de GM. Esos modelos se venden a los británicos con la marca Vauxhall.
«Sin el Brexit y la devaluación de la libra británica hubiéramos obtenido el objetivo de llegar al equilibrio en 2016», dijo Karl-Thomas Neumann, presidente de Opel.
Sin embargo Ford, compatriota de GM, logró en Europa un beneficio anual antes de impuestos de 1.200 millones de dólares a pesar del Brexit.
GM estima que Brexit podría amputarle 300 millones de dólares en 2017 y en consecuencia la compañía no espera lograr equilibrio hasta 2018.
Desde 2000 el gigante de Detroit ha perdido más de 15.000 millones de dólares en Europa.
– Nuevas reducciones de gastos –
Estos resultados, que incluyen elevados inventarios y aumentos de costos en Estados Unidos, son potencialmente capaces de dar vigor a quienes creen desde 2009 que GM debería desprenderse de sus operaciones en el Viejo Continente.
Seis años atrás, GM estaba un paso de la quiebra e inició contactos con potenciales compradores. El grupo canadiense Magna tenía el apoyo de Alemania para hacerse de GM pero ésta se echó atrás.
La empresa emprendió luego una amplia reestructura que incluyó retirar la marca Chevrolet de Europa, desistir del mercado de Rusia y cerrar una fábrica en Alemania. Sin embargo eso no alcanzó para lograr beneficios.
Según analistas, tiene como lastre la sobrecapacidad y una cartera de productos más reducida que la de sus competidores.
GM utiliza solo el 63% de su capacidad de producción en Europa contra un promedio de 71% para el conjunto de la industria, según un estudio del gabinete LMC Automotives.